REDACCIÓN OVACIONES
Foto: SEDEMA/Cuartoscuro.com
La pequeña jirafa que nació el pasado 1 de noviembre en el Centro de Conservación de Chapultepec está buscando un nombre especial. Esta cría macho, fruto del apareamiento de “Valentino” y “Sicaru”, dos ejemplares que habitan en este popular zoológico capitalino, tuvo que ser separada de su madre debido a que esta la rechazó tras su nacimiento.
Afortunadamente, gracias a la pericia del equipo de médicos veterinarios, biólogos y cuidadores de animales de Chapultepec, el bebé jirafa se encuentra en perfecto estado de salud, alimentándose actualmente toma 10.8 litros de leche al día, repartido en tomas de 2.7 litros cada 4 horas.
Con apenas dos meses de edad, este tierno ejemplar mide ya más de dos metros de altura y continúa su desarrollo sin problemas. Y es que el centro chapultepequense es pionero en técnicas de crianza artificial de fauna silvestre, logrando tasas de supervivencia muy altas en casos de crías rechazadas por sus madres.
El intenso trabajo que conllevan estos procesos de lactancia y destete han hecho que los cuidadores del pequeño se encariñen mucho con él. De ahí que hayan propuesto llamarle “Bartolo”, que representa “fuerza, coraje y lealtad” Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) ha preferido abrir una consulta ciudadana para que los capitalinos puedan elegir el nombre de la nueva atracción zoológica.
Y es que aparte del simpático “Bartolo”, hay otras sugerencias igual de interesantes. Por ejemplo, “Tafarí”, de origen africano, que significa “el que inspira asombro”. O “Anuar”, nombre árabe que evoca conceptos luminosos como “brillo” y “luz”.
Incluso hay propuestas en lenguas indígenas mexicanas, como “Acatzin” -diminutivo cariñoso en náhuatl- o la palabra “Umi” del idioma chichewa, que transmite un mensaje de “vida”.
Sea cual sea el nombre ganador, lo importante es que esta cría es fruto del esfuerzo conservacionista que realiza la SEDEMA para preservar una especie en peligro crítico de extinción.
Y es que la jirafa es el mamífero terrestre más alto del mundo, con ejemplares que pueden alcanzar casi seis metros de altura. Este gigante afroeuropeo debía tener antaño una distribución mucho más amplia, pero hoy solo sobrevive en algunos países africanos, con poblaciones cada vez más diezmadas.
Por ello, los programas de reproducción que llevan a cabo zoológicos especializados como el de Chapultepec resultan vitales para evitar la desaparición de tan majestuoso animal.
Conocer de cerca a especies en riesgo es la mejor manera de concienciar a la población sobre la necesidad de proteger nuestra biodiversidad. Y qué mejor que empezar por ponerle nombre a esta entrañable jirafa chapultepense.
¡Participa con tu propuesta antes del 10 de febrero! El formulario con las opciones y la mecánica de la votación está disponible en este enlace:
https://docs.google.com/forms/d/1rLokx_lh0WAR0qP6Im72TT6dMylbJV-YgZ0GjTwQ_Uw/viewform.