El presidente Andrés Manuel López Obrador sentenció que las empresas extranjeras, particularmente, las españolas pueden venir a México a invertir y hacer negocios, pero con la nueva realidad ya no se les permitirá robar.

Tal pronunciamiento lo hizo al responder al periodista Alberto Peláez, quien le cuestionó sobre qué era necesario para incentivar a los inversionistas españoles que ven en México un ambiente adverso.

El presidente López Obrador le explicó que las relaciones con el pueblo de España son muy buenas y las diferencias son con algunos sectores del gobierno y con parte de la cúpula empresarial.

El periodista indicó, también que no entiende por qué el hecho de pedir perdón, si España también fue dominada por los árabes y romanos.

A ello, respondió que se solicitó el Perdón como un gesto de buena voluntad, para mejorar nuestras relaciones.

Tan es así, que las propias autoridades españolas juzgaron a Hernán Cortes por la violencia, excesos y masacres cometidas en nuestro territorio, particularmente la ejecución de Cuauhtémoc.

Reprocho que luego de que se envió una carta con buenas intenciones, no se tuvo la delicadeza de responder y la filtraron, para alentar una campaña de cuestionamientos y críticas promonárquicas. “Les faltó humildad”, dijo.

Citó que intelectuales de ultraderecha como Arturo Pérez Reverte, han escrito: “Cuba es una dictadura no una democracia y quien defiende al régimen cubano demuestra tener intereses públicos, mucha ranciedad y poca vergüenza.

El presidente de México, el abuso de empresas españolas como Repsol, OHL e   Iberdrola, así como las ofensas de llevarse a trabajar a la ex secretaria de Energía, Georgina Kessel y al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Destacó que España es nuestro segundo socio comercial, después de Estados Unidos y la relación continuará fuerte, pero sin excesos y vicios.

El sector financiero trabaja con reglas claras y sin presiones, pues se pueden hacer negocios lícitos, pero si hay que poner límites a los excesos, advirtió.

El presidente fue cuestionado por una periodista del diario El País a quien el presidente se ofreció dar información sobre los excesos cometidos en la industria eléctrica, pues al gobierno mexicano sólo se le permitía participar con un 35 por ciento de la generación eléctrica.

Ahora, la fórmula se invertirá, el gobierno de México generará y participará con un 54 por ciento y los particulares con 46 por ciento.

Criticó a los tribunales internacionales y dijo que México acaba de perder una obra de ampliación de la hidroeléctrica de Chicoasén y se tiene que pagar una cantidad por eso. “El dilema siempre ha sido para nosotros acudir a los tribunales internacionales”, expresó.