MARTÍN AVILÉS

Foto: Luis Garduño / ESTO

Veljko Paunovic arribó a la Ciudad de México con una mochila a cuestas, una gorra y sudadera, tan fiel a su estilo en la vestimenta como en su juego. “Siempre”, fue una de las pocas palabras que animó a decir ante la pregunta de si sus Chivas están listas para obtener una nueva victoria en el Estadio Azteca ante el América, luego del épico triunfo conseguido en las pasadas semifinales del torneo pasado.

El Rebaño Sagrado suele causar una efervescencia inusual cada vez que visita la capital del país, por ello, la estrategia del estratega serbio es la mesura. A tres días de enfrentar a las Águilas del América en el Clásico Nacional, los rojiblancos hicieron su arribo a la que apodan como la “capital rojiblanca” y lo hicieron con las maletas cargadas de ilusión, pero en medio del silencio.

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Jugadores y cuerpo técnico apenas y dieron algunas palabras, ante un caos que ya es costumbre en la Terminal 1 del Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México cuando llega el equipo más querido del país. Las playeras rojiblancas inundaron el lugar, mientras Paunovic guiaba a su Rebaño al autobús que los esperaba en uno de los accesos del inmueble.

Llegar desde la salida de los vuelos nacionales a la puerta de salida se convirtió en toda una travesía, sobre todo para quien fuera jugador del Atlético de Madrid, quien se ha ganado el cariño por parte de la afición del Guadalajara tras su precoz adaptación al futbol mexicano. “Todo bien, muchas gracias por venir”, se limitó a decir el estratega serbio a los eufóricos fanáticos.

Su camino estuvo acompañado por una serie de demandas por parte de los aficionados, que le solicitaban de manera constante un autógrafo o una fotografía para el recuerdo. Uno que otro incluso se dio el lujo de pedirle el ingreso de Víctor ‘Pocho’ Guzmán a la alineación titular.

El serbio lo tomó con calma, con la sonrisa en el rostro que lo caracteriza casi tanto como su inseparable ropa deportiva, aunque con la angustia de llegar lo antes posible al autobús del Rebaño. Detrás del pastor arribó Alan Mozo, uno de los referentes del último torneo donde se quedaron a la orilla del campeonato 13 de su historia tras caer ante Tigres.

“Estamos preparados, esperando a los seleccionados. Estamos listos”, dijo el canterano de los Pumas, mientras sonreía cuando sus aficionados le recordaban el golazo que anotó en el último Clásico en las semifinales del Clausura 2023. También apareció Hiram Mier, uno de los borrados por ‘Pauno’, quien caminó tan rápido como pudo hacia la salida para abordar el camión que los esperaba, listo para partir rumbo al hotel de concentración en el sur de la ciudad.

Otro de los jugadores más asediados fue ‘Pocho’ Guzmán, quien logró recuperarse de último momento de la lesión que venía arrastrando y formará parte de la concentración, aunque ha sido suplente en la mayoría de los juegos en el presente torneo. Guzmán no dio ni una sola palabra, solamente respondió al cariño de los aficionados con una breve firma de autógrafos.

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La afición del Rebaño Sagrado también está jugando su propio Clásico. Las muestras de cariño y apoyo incondicional motivan a los jugadores a brindar su mejor desempeño. Un combustible moral que ayudó al equipo a no parar pese a la adversidad en la semifinal pasada.

En la “capital rojiblanca”, se reencontrarán con los seis jugadores mexicanos que participaron en la doble tanda de la Fecha FIFA con la Selección Mexicana. En su caso, ya no hicieron parada en Guadalajara y aguardaron por sus compañeros en la capital del país.

La afición volvió a responder y las Chivas están de vuelta en la CDMX con los recuerdos del último enfrentamiento ante las Águilas, donde lograron dejar en el camino a su odiado rival. Cabe señalar que el parón por la Fecha FIFA parece haberle caído a la perfección a los pupilos de Paunovic, que acumulaban dos derrotas en fila. Pese a los tropiezos, marchan en la cuarta posición de la clasificación general con 13 puntos, dos más que las Águilas del América.