Este año se reportan 56 conflictos activos en el mundo

En los últimos días se celebró la 79 Asamblea General de la ONU, y dado que una de las tareas centrales de Naciones Unidas es mantener la paz y la seguridad internacional,



Hace unos días el papa Francisco invitó, una vez más, a rezar por la paz y recordó los múltiples conflictos que se están registrando en el mundo como el de Rusia con Ucrania, en Palestina, Israel, Myanmar y los numerosos países que están en guerra.

Con este escenario, en los últimos días se celebró la 79 Asamblea General de la ONU, y dado que una de las tareas centrales de Naciones Unidas es mantener la paz y la seguridad internacional, sus críticos afirman que el organismo internacional está fallando en su misión más esencial.

El jefe de Naciones Unidas, sin embargo, tiene una visión diferente. “Es obvio que no tenemos paz y seguridad en el mundo, y es obvio de que no es por la ONU como institución que eso no ocurre”, afirmó el secretario general António Guterres.

Los conflictos provocan muertes, desplazamientos forzados y devastación; algunos de ellos son guerras estancadas que no parecen tener fin y, en muchas ocasiones, son también olvidadas a nivel mediático como es el caso de: el conflicto de Ucrania que estalló el 24 de febrero de 2022 y, a pesar de que lleva más de dos años, y captó toda la atención, no parece tener un final cercano.

Cabe mencionar que este problema ha provocado más de 6.7 millones de personas refugiadas en todo el mundo de las cuales 6.2 están en Europa.

Gaza es otro caso, éste comenzó el 7 de octubre de 2023 y el saldo negro, hasta ahora es de 40 mil fallecidos y más de 90 mil heridos. Más de tres cuartos de la población ha sido forzada a abandonar su hogar. Además, escasean las necesidades básicas de supervivencia como el agua, el alimento, el saneamiento y la atención médica.

Yemen, que está ubicado en el suroeste de la península arábiga, lleva inmerso en una cruenta guerra civil desde 2015, con al menos tres actores armados actuando y controlando amplias zonas del país.

Se calcula que la cifra de desplazados internos supera los 4. 5 millones. Además de que la falta de infraestructura sanitaria y de agua potable está generando el brote de enfermedades como el cólera, que afecta a más de un millón de personas en el país y que ha causado más de 2.200 muertes.

Mientras que en Sudán, los combates estallaron entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), en abril de este año, lo que obligó a 10.4 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de un lugar seguro.

Esta guerra no solo provoca el desplazamiento forzoso, sino que también acabó con la vida de más de 23 mil personas y miles han resultado heridas.

El conflicto que vive Siria desde hace 12 años ha dejado miles de víctimas y más de 5 millones de refugiados. Más de una década de sufrimiento, bombas y hambre han provocado uno de los mayores éxodos de la historia reciente.

Afganistán es otro caso que lleva décadas sumido en problemas, pero desde hace dos años, la llegada al poder de los talibanes en agosto del 2021, ha hundido a la población en una de las peores crisis humanitarias del planeta.

Los talibanes asediaron la capital del país, Kabul, y el que era presidente, Ashraf Ghani, entregó la capital de manera pacífica. La llegada de los talibanes ha tenido consecuencias inmediatas en la población, ya que muchos han tenido que abandonar sus hogares y desplazarse dentro del país.

El conflicto se extendió cuando, un día después, el grupo chiita libanés Hezbolá, respaldado por Irán, mostró su apoyo a Hamás, con ataques esporádicos desde Líbano. Estos incluyeron bombardeos de cohetes y drones, lo que provocó represalias por parte del Ejército israelí, que emprendió una ofensiva masiva en las últimas semanas.

En medio de todas estas guerras el presidente Joe Biden declaró, en su último discurso ante la Asamblea General de la ONU, que Estados Unidos no debe aislarse del mundo, mientras Israel y los combatientes de Hezbollah en el Líbano se acercan a una guerra total.

Biden también consideró necesario dar fin al conflicto en Oriente Medio y a la guerra civil en Sudán, que ya ha durado 17 meses, además, expresó su preocupación por la inteligencia artificial y su potencial para ser usada para la represión.

Desde mi punto de vista las elecciones de Estados Unidos en noviembre, también son un tema que todos los actores están esperando con atención, ya que lo que suceda tanto en Medio Oriente, como el resultado de los comicios, puede cambiarlo todo.

Una escalada del conflicto es lo que más afectaría tanto a la candidatura de Harris como a la de otros puestos demócratas al Senado y a la Cámara de Representantes en la Unión Americana.

Lo cierto es que en junio de 2024, se reportaron 56 conflictos activos en el mundo, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial. Además, 92 países están involucrados en guerras fuera de sus fronteras, lo que también es un récord.

La comunidad internacional tiene un papel crucial en la gestión de estos conflictos. Sin embargo, la respuesta a menudo es inadecuada. La falta de consenso entre potencias globales, la politización de la ayuda humanitaria y la escasez de recursos para la paz han limitado la eficacia de los esfuerzos internacionales.

Las Naciones Unidas, aunque con buenas intenciones, se enfrentan a la dura realidad de los intereses políticos de sus miembros, lo que a menudo frena intervenciones necesarias.

Como conclusión, podemos decir que los conflictos en el mundo son una realidad desafiante que requiere una respuesta coordinada y compasiva.

A medida que enfrentamos una creciente interconexión, es fundamental que las naciones trabajen juntas para abordar las causas profundas de estos enfrentamientos y buscar soluciones duraderas.

Solo a través de la cooperación, el diálogo y un compromiso genuino con la paz podremos esperar un futuro en el que los conflictos no sean la norma, sino la excepción. ¿Usted qué opina?