El comunicado de la Casa Blanca acusando al gobierno mexicano de sostener una alianza insostenible con los cárteles de las drogas, constituye un hecho insólito nunca antes visto en la relación bilateral entre México y Estados Unidos y algo muy inusual en el trato diplomático entre las naciones.
No puede ni debe pasar inadvertida una denuncia tan grave, contenida en un documento oficial por escrito, señalando al gobierno de un país vecino de actuar en complicidad con criminales y asesinos que tienen sometida a la población de un número cada vez mayor de estados, con homicidios, desapariciones, extorsiones, amenazas y cobro de piso.
La respuesta de la Presidenta de México calificando de irresponsable al gobierno de Estados Unidos por semejante acusación, parece insuficiente, cuando se acumula cada vez más información que evidencia los nexos de figuras políticas del más alto nivel con las bandas del narcotráfico.
Investigaciones periodísticas publicadas por medios internacionales de gran prestigio han revelado vínculos de personajes de Morena con el poderoso Cártel de Sinaloa, al que han protegido a cambio de recursos que han sido destinados para financiar campañas políticas de gobernadores y presidentes municipales que llegan a esos cargos con el respaldo y sustento de los principales jefes del narcotráfico.
A pocos sorprenden las publicaciones que afirman que los gobiernos de muchas entidades y municipios de México podrían ser considerados narcogobiernos que actúan al servicio de los señores de las drogas, cuyo poderío se acrecienta con la imposición, ya no solo de los jefes de la policía, sino de los Ejecutivos locales.
Hace unos días The Spectator, el periódico más antiguo de la Gran Bretaña, se sumó a la lista de medios que han denunciado la alianza del gobierno de México con los cárteles del narcotráfico. En un artículo señala que la pieza clave en esta relación fue el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien habría estado al servicio del Cártel de Sinaloa durante los últimos 20 años. Según el periódico inglés, esto se refleja en diversas acciones de su gobierno, como las visitas constantes a Badiraguato, el saludo a la mamá del Chapo, la liberación de Ovidio Guzmán y la expulsión de agentes estadounidenses que investigaban a los cárteles dentro de México.
En días pasados, la oficina de la fiscal general de los Estados Unidos publicó un oficio para iniciar las acciones que deriven en la eliminación total de los cárteles de las drogas, de acuerdo con la política de seguridad del presidente Donald Trump.
Ante estos acontecimientos, el gobierno de Claudia Sheinbaum está obligado a impulsar una estrategia sólida y eficaz para ofrecer resultados efectivos en la lucha antidrogas antes de que venza la tregua arancelaria con Estados Unidos, dentro de menos de un mes.