Noviembre es uno de los meses más esperados por los aficionados a la astronomía. Durante estas semanas, la bóveda celeste se convierte en un escenario lleno de luz, movimiento y fenómenos sorprendentes visibles a simple vista.
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Desde lluvias de estrellas hasta la Luna más brillante del año, el cielo promete un espectáculo imperdible para quienes detienen su mirada hacia arriba.
Noches ideales para la observación astronómica
En distintas partes del mundo, noviembre ofrece condiciones óptimas para la observación de estrellas y planetas. Los cambios de estación y la posición de la Tierra favorecen noches más largas y, en ocasiones, más despejadas. Tanto si se cuenta con binoculares como solo con los ojos, habrá algo que maraville a todos los observadores.
Superluna del 5 de noviembre
El 5 de noviembre se podrá disfrutar de la Luna Llena del Castor, que este año será la superluna más grande y brillante de 2025, hasta un 30% más luminosa de lo habitual.
Este fenómeno representa una excelente oportunidad para la fotografía nocturna y para contemplar la Luna desde espacios abiertos sin obstáculos.
Lluvias de meteoros: Táuridas y Leónidas
El mes comenzará con las Táuridas del Sur, cuyo pico se espera entre el 4 y 5 de noviembre, con meteoros lentos y brillantes. Posteriormente, entre el 11 y 12 de noviembre, llegarán las Táuridas del Norte, aumentando la actividad visible.
Sin embargo, el espectáculo más esperado serán las Leónidas, que alcanzarán su máximo entre el 17 y 18 de noviembre, con hasta 15 meteoros por hora, especialmente pasada la medianoche.
Conjunciones planetarias y fases lunares
Noviembre traerá momentos ideales para observar conjunciones y fases lunares. El 8 y 9 de noviembre, la Luna se acercará a Saturno, permitiendo ver el planeta y sus anillos con binoculares.
Más adelante, el 20 de noviembre, la Luna Nueva permitirá disfrutar de galaxias, constelaciones y la Vía Láctea sin interferencia de luz.
Urano en oposición y visibilidad planetaria
El 21 de noviembre, Urano alcanzará su oposición, momento en que su brillo será máximo durante el año. Aunque a simple vista sea apenas perceptible, con instrumentos sencillos se podrá distinguir su característico tono azul verdoso, agregando un atractivo más al calendario astronómico del mes.
