Exigen diputados locales atacar plagas en el Auditorio Nacional

Ante las denuncias de usuarios de la presencia de chinches en el recinto demandan intervención de la autoridades



Foto: Cuartoscuro.com / arte en Canva

Ante la denuncia de usuarios del Auditorio Nacional por la presencia de chinches en ese centro de espectáculos, diputados locales demandaron a la Agencia de Protección Sanitaria de la Ciudad de México realizar una visita de inspección a ese recinto e impulsar acciones de regulación, control, vigilancia y fomento sanitario en el inmueble.

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Y es que, en las últimas semanas, personas que asisten a conciertos en el llamado “Coloso de Reforma” han evidenciado que en las butacas y otras zonas del recinto pululan chinches y otros insectos nocivos, lo que evidencia la falta de higiene que tienen los operadores de este centro de espectáculos, pese a los altos costos de entrada a los conciertos.

Por ello, la diputada Elizabeth Mateos Hernández propuso un punto de acuerdo para exigir que los espacios de alto impacto cumplan con los más altos estándares de seguridad sanitaria para proteger a sus visitantes, como es el caso de este auditorio con capacidad para 10 mil personas.

Detalló que esta solicitud se presenta en respuesta a los señalamientos de asistentes a eventos en este inmueble de espectáculos, que en redes sociales han denunciado la presencia de la plaga nociva conocida como chinches en sus instalaciones. En este sentido, precisó que en un reciente video se observa que en la butaca que ocupaba el asistente aparece uno de estos insectos.

Señaló que esto ha causado que supuestos empleados o ex empleados del auditorio aseguren que este problema ha existido por mucho tiempo y que la administración no ha realizado acciones de limpieza y fumigación debido a los gastos elevados que implican, lo cual debe ser exigido a la empresa Ocesa, que es la operadora responsable de los eventos que tienen lugar en dicho espacio.

Mateos Hernández explicó que estas plagas suelen propagarse con facilidad debido a que se alojan dentro de las pertenencias como bolsas, mochilas, maletas, ropa e inclusive calzado, además suelen incrustarse en espacios pequeños, obscuros y cálidos, de los cuales salen para alimentarse de sangre humana.