¡Fe e ilusión renovadas! La Sangre Azul llegó con caravana enorme en el regreso al Estadio Azul

13, enero 2024

JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Mexsport

La fe mueve montañas, reza el viejo adagio y este sábado, en el regreso de Cruz Azul al Estadio Ciudad de los Deportes, otrora Estadio Azul, la afición celeste se volcó para apoyar a su equipo.

Porque es un nuevo torneo, es volver a una casa en la que si bien se negó el campeonato varias veces, el destino quiso la Máquina volviera para quizá saldar cuentas pendientes con este recinto.

Y si a eso se le suma que el conjunto cementero ilusiona de nueva cuenta a su gente con los cambios e incorporaciones que hizo en este mercado de invierno, todo se combina para un nuevo y esperanzador comienzo.

 

 

Por ello, la Sangre Azul, máximo grupo de animación cementero, se mandó una caravana enorme que atravesó las calles de la Colonia Nochebuena, para mostrar que de nuevo están con el equipo de sus amores.

Lo clásico: cánticos, tambores, bombas de humo y trapos, se hicieron presentes mientras la comitiva avanzaba, pero esta vez, estandartes con los cuatro técnicos campeones en la historia de Cruz Azul, encabezaron a la caravana.

Raúl Cárdenas, Nacho Trelles, Luis Fernando Tena y Juan Reynoso, fueron lo primero que se vislumbraba en el horizonte, que trajo consigo una caravana de más de 2 mil personas, que al igual que el resto de afición celeste, traen todas las ilusiones y las pilas recargadas.

El aura especial del Estadio Azul

 

 

Volver a este inmueble es especial, porque hace cinco años, cuando se anunció que el plan era demolerlo para hacer un centro comercial, con ello terminaba una era del deporte en la Ciudad de México.

Y ahora regresar, es saludar de nuevo a un lugar que sobrevivió ese plan, que siguió de pie y que ahora no solo le vuelve a abrir sus puertas a la afición celeste, sino también a la del América en los próximos meses.

 

 

El Azul (o cualquiera que sea su nombre) late de nuevo en Primera División y Cruz Azul buscará apropiarse de una cancha que comparte con el Atlante y posteriormente con las Águilas.