Fernando Valenzuela ha muerto a los 63 años de edad. Los Ángeles Dodgers anunciaron el fallecimiento del mejor beisbolista mexicano de todos los tiempos esta noche del 22 de octubre de 2024, a solo tres días de disputar la Serie Mundial de las Grandes Ligas ante los New York Yankees, justo 43 años después de que ‘El Toro’ hiciera historia en un Clásico de Otoño ante el mismo rival para comenzar a escribir con letras de oro su legendaria carrera en MLB.
“Los Dodgers de Los Ángeles lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela”, fue el mensaje con el que la novena del Viejo Circuito anunció la noticia que sacudió al país. La publicación fue acompañada de una imagen de Valenzuela en la lomita y la leyenda “Fernandomanía por siempre”. Ahora, su legado será contado de generación en generación para recordar al mejor pelotero azteca que jamás se haya visto.
Los Dodgers lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela. pic.twitter.com/EZ4v7m1oGF
— Los Dodgers (@LosDodgers) October 23, 2024
La mañana del 9 de junio de 1981, un joven de cabello encrespado y mejillas prominentes sonreía con cierta timidez mientras miraba con nerviosismo una prolongada fila con importantes políticos de Estados Unidos formados a la espera de obtener su autógrafo. El escenario era ni más ni menos que la Casa Blanca y el nombre de aquel chico de escasos 19 años era Fernando Valenzuela, quien exactamente dos meses atrás había lanzado una joya de pitcheo con ruta completa de cinco chocolates en pleno Opening Day con Los Ángeles Dodgers ante los Houston Astros.
LEE ADEMÁS: Reemplacamiento Edomex 2024: ¿Habrá condonaciones del 100% durante octubre?
Y todo comenzó con un vuelco del destino. Quien estaba llamado para ser el abridor de los angelinos, Jerry Reuss, se lesionó de imprevisto, por lo que el mánager Tom Lasorda tomó la decisión de lanzar al mexicano al ruedo. Valenzuela no se achicó ante el enorme reto. Al contrario. Frente a 50 mil 511 aficionados y con la ayuda de su prodigioso tirabuzón emanado de ese virtuoso brazo izquierdo que bien podría ser declarado Patrimonio de la Humanidad, marcó un hito en el beisbol que desató una euforia tal que tuvo a bien llamarse ‘Fernandomanía’.
La fiebre provocada por Valenzuela rebasó las fronteras no solo geográficas sino ideológicas. A tal grado que, en ese inolvidable año de 1981, fue invitado de honor en el desayuno celebrado en la Casa Blanca con la presencia de los entonces presidentes Ronald Reagan y José López Portillo, porque el frenesí que causó ‘El Toro de Etchohuaquila’ fue capaz de crear puentes incluso en materia política.
La ‘Fernandomanía’ tuvo su epicentro en Los Ángeles, California, la ciudad con más mexicanos de la Unión Americana, ubicada a unos mil 454 kilómetros de su natal Etchohuaquila, una pequeña localidad en Navojoa, Sonora. El Dodger Stadium se convirtió en la catedral de quienes se volvieron devotos de ese poderoso brazo zurdo y le rindieron culto a lo largo de su ilustre carrera. Pero aunque apenas era un jovencito lejos de casa, pudo forjar una leyenda tan grande que hoy en día es recordada como la más grande proeza azteca en los diamantes.
Valenzuela dejó un legado tan respetable, que es un atentado contra del propio deporte rey que no sea parte del Salón de la Fama de Cooperstown. Pero al menos en casa, en Dodger Stadium, el número 34 fue —y ha sido— respetado de tal forma, que desde su salida del equipo, jamás volvió a ser usado. Ni lo será, pues hace poco más de un año, la novena ganadora en siete ocasiones de la Serie Mundial, decidió rendirle un merecido homenaje a su legado al retirar ese dorsal que lo acompañó durante sus faenas.
“Me encantan las sorpresas. ¡Gracias, gracias! Eso es todo. Gracias a mi familia, a mis hermanos y a los que me dijeron algo, gracias. A todos los que están en las gradas aquí presentes, es hermoso. Sabes lo que puedo decir es ‘¡wow!’. Es un gran placer para mí estar aquí. Es un honor para mí estar aquí, ser recordado así por Dodgers. Agradezco a Los Ángeles por retirar mi número y a todos los fanáticos que han estado por años”, declaró el mexicano en aquella ocasión en que su 34 fue colocado en el jardín izquierdo del Dodger Stadium para la posteridad.
En aquel magno evento, estuvieron presentes exjugadores legendarios del equipo angelino, como Sandy Koufax, Mike Scioscia, y el mexicano Julio Urías, quien entonces era considerado como su heredero, curiosamente, semanas después protagonizó el penoso video en que se le ve agrediendo a su pareja y le ha costado su carrera. La cereza del pastel la añadió el Consejo Municipal de la ciudad al emitir una proclamación especial y declarar el 11 de agosto de 2023 como el “Día de Fernando Valenzuela” en Los Ángeles.
TE PUEDE INTERESAR: WhatsApp: ¿Cómo puedo recuperar mi cuenta si no tengo el chip?
Y es que Valenzuela daba motivos de sobra para enamorarse de su talento desde sus primeros pasos por la Gran Carpa. Con 20 años, meses más tarde de aquella visita presidencial, el 23 de octubre de 1981, el sonorense subió al montículo para realizar su lanzamiento número 149 del juego ante los New York Yankees, mismo con el que selló su primera victoria en Serie Mundial. Esa noche fue tan gloriosa que Valenzuela se sobrepuso a cuatro carreras recibidas para luego colgar el cero en las últimas seis entradas y comandar el primer triunfo de Los Ángeles ante los Mulos, cuando la serie estaba 0-2.
Fernando provocó así una remontada tan épica, cuyo empuje derivó en la obtención del campeonato de 1981 para los Dodgers y la graduación del mexicano como maestro de los montículos. De esa manera, el mexicano fue el primero y hasta ahora único jugador en la historia al que le ha sido otorgado el Premio Cy Young al mejor pitcher, además del galardón al Novato del Año en una misma temporada en la Liga Nacional, con marca de 13-7 y una efectividad de 2.48 en ese, uno de los años más perfectos para un beisbolista en MLB.
El sonorense participó en Ligas Mayores a lo largo de 17 temporadas entre 1980 y 1997. Pero no siempre lo hizo con los Dodgers, pues participó con cinco equipos más: California Angels, Baltimore Orioles, Philadelphia Phillies, San Diego Padres y St. Louis Cardinals. Asimismo, en total acumuló un récord de por vida de 173-153, siendo el mexicano con más triunfos, con un porcentaje de 3.54 en carreras limpias admitidas, 2 mil 074 ponches, 2 mil 930 innings y 424 juegos iniciados. Además, fue el último pitcher en completar 20 juegos en una misma temporada en MLB, logro que obtuvo en 1986.
Si las Grandes Ligas han optado por no encumbrar al mexicano en el Salón de la Fama, lo cierto es que más allá de la injusticia que representa para su legado, lo cierto es que en la institución de los Dodgers vaya que han reconocido y dado valor a su leyenda. Y hoy más que nunca, Fernando Valenzuela es sinónimo de orgullo y un ejemplo para toda la raza azteca que ha salido adelante del otro lado de la frontera con la figura de ‘El Toro’ como estandarte de guerra.