Se ha terminado una era en el América. Luego de cuatro finales seguidas y un Tricampeonato de Liga MX, las Águilas fueron eliminadas en cuartos de final, al perder en el global 2-3 con Rayados, si bien ganó 2-1 el juego de vuelta en el Estadio Azulcrema.
A las Águilas de André Jardine se les fue el pase de las manos, gracias a un grosero error defensivo en el que dejaron solo a Germán Berterame, quien en el tiempo agregado del segundo tiempo, marcó el gol del pase para Monterrey con un cabezazo a placer dentro del área.
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Era de esperarse y obligación del América, salir con todo en busca de los dos goles que empataran el global y así clasificar a las semifinales.
Pero apenas en la primera acción del partido, Jesús Tecatito Corona tuvo una clarísima frente a Luis Ángel Malagón y el arquero de la Selección Mexicana evitó lo que hubiese sido la debacle muy temprano de las Águilas.
Y si caía ese gol, hubiese sido completamente controversial, porque el Tecatito no tenía que haber jugado este partido de vuelta, pero ya se sabe la historia del juego de ida, en el que el arbitraje falló y no lo expulsó cuando debía.
Pasada esa situación, América poco a poco fue tomando más la pelota. Ante la obligación del local de ir por dos goles, André Jardine quiso jugar con dos nueves de inicio: Rodrigo Aguirre y Raúl Zúñiga, si bien la Pantera hacía más funciones de segundo delantero, aunque posteriormente fue el héroe de este equipo.
La primera clarísima que tuvo fue al minuto 13′. Rodrigo Aguirre recibió una pelota filtrada dentro del área, pero reventó la pelota en el cuerpo del arquero Luis Cárdenas.
Falla garrafal del Búfalo, pero ya era el primer aviso azulcrema, de que estaban con todo desde el mero inicio del cotejo, aunque tampoco era para desesperarse tan pronto.
La recompensa llegó para las Águilas al 30′, con el 1-0 por medio de Alejandro Zendejas, quien vio un resquicio entre el arquero y el poste, para sacar un potente zurdazo que se anidó en las redes.
Aunque en este gol, también ha responsabilidad del Mochis Cárdenas, porque pareció lanzarse en cámara lenta. Y si bien el tiro de Zendejas llevaba potencia, no era un rayo.
A Monterrey le suele costar muchísimo trabajo cada vez que vienen a la capital a jugar series de Liguilla, porque cuando está en problemas, este equipo se hace chiquito y queda muy lejos de lo que en la Sultana del Norte creen que es. Pero esta vez, no dejó de pelear hasta el último momento y consiguió su boleto, aunque antes de eso, sufrió muchísimo.
En el agregado de la parte inicial, otra vez el Búfalo Aguirre se quedó a nada de anotar, ahora con un testarazo que reventó el travesaño, picó pero no entró al arco de Cárdenas.
Se atravesó el mediotiempo, pero la sensación era que en cualquier momento caía el segundo gol americanista en la parte complementaria, lo cual llegó al 59′, por medio de Raúl Zúñiga, quien estuvo en el momento adecuado para empujar la pelota con la portería abierta, luego de que el esférico recorrió toda el área desde la parcela derecha.
Con ese gol, explotó el Estadio Azulcrema, porque ya era suficiente para avanzar a semifinales, gracias a que el empate global le daba el pase a las Águilas.
Antes de que Monterrey tuviera algún tipo de reacción en el campo, América metió el 3-0, en lo que hubiese sido doblete de la Pantera Zúñiga, pero el gol fue anulado por fuera de lugar.
Solo fue hasta que se vio eliminado, que el técnico español Torrent, le buscó alternativas a su equipo y una de esas fue el francés Anthony Martial. La cosa se les puso aún más difícil cuando el Corcho Rodríguez se fue expulsado por doble amarilla.
Para asegurar el triunfo, Jardine metió a un central más con Ramón Juárez y en los últimos minutos entraron Henry Martín y Saint-Maximin para preocupar a la defensa regia, lo cual no sucedió.
Y cuando parecía que las Águilas iban a clasificar de nuevo a las semifinales, un error garrafal en defensa, dejó solo a Germán Berterame dentro del área.
El seleccionado nacional, se encontró con una pelota exacta que vino en centro y metió un testarazo imposible para Luis Ángel Malagón.
El Estadio Azulcrema pasó del júbilo a la tragedia, de la cual ya no se levantó, porque ya no hubo tiempo suficiente para las Águilas. Al final, Jardine perdió la cabeza y el árbitro César Ramos lo expulsó por reclamos.
