Luego de que la Secretaría de Hacienda dio a conocer los Precriterios generales de política económica para 2026, que ahora sí “refleja la visión del nuevo gobierno” que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo, “no muestra acciones extraordinarias en materia de crecimiento y finanzas públicas”, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis semanal, señaló que lo que más resalta es el discurso optimista del gobierno a pesar de las señales de un constante debilitamiento de la actividad económica.

“El entorno no es muy favorable si se considera que la evolución del crecimiento, consumo, inversión y empleo se debilita”, señaló, tras los resultados que de 2024 y de los primeros meses de 2025 ya dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), así como el Indicador Manufacturero y No Manufacturero del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), que confirma que a partir de marzo pasado, México está en recesión.

Sostuvo que son precisamente resiliencia y capacidad de adaptación, factores “los que reportan un importante debilitamiento, lo que ha obligado tanto a las autoridades como a los especialistas privados a corregir constantemente a la baja su pronóstico de crecimiento”.

En cuanto a las cifras de finanzas públicas, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseveró que “se esperaba un esfuerzo mayor de las autoridades para lograr reducir el déficit del sector público”.

Mientras que en el documento de Precriterios el pronóstico de crecimiento oficial se corrige a la baja de un rango de 2.0%-3.0% a uno de 1.5%-2.3%, el Banco de México ya anticipa un avance de 0.6%, y el pronóstico promedio de los especialistas del sector privado estima 0.4 por ciento.

El entorno no es muy favorable si se considera que, de acuerdo con los datos del INEGI, en el primer bimestre del año el indicador global de la actividad económica (IGAE) reporta una caída anual de 0.3%; la inversión inicia el 2025 con una baja de 5.9%, acumulando cinco meses con variaciones anuales negativas.

En materia de empleo, en febrero la población ocupada sumó 59.2 millones de personas, 235 mil por debajo de las registradas un año antes; y los trabajadores registrados en el IMSS aumentaron solo 0.6% a tasa anual, su menor avance desde abril de 2021.

Sobre las cifras de finanzas públicas, el CEESP asegura que “no hay mucho que decir, aunque se esperaba un mayor esfuerzo de las autoridades para lograr reducir en mayor medida el déficit del sector público”.

Y es que, en términos absolutos y relativos, las cifras no muestran mayores ajustes. Los ingresos totales se ajustan al alza en siete mil 201 millones de pesos, mismo en los que aumenta el gasto total.

“Este aumento de los ingresos se atribuye principalmente a mayores ingresos petroleros por 12 mil 818 millones de pesos, ajuste que seguramente responde a la corrección en el pronóstico del precio del petróleo, que pasa de 57.8 dólares por barril a 62.4 dólares. Los ingresos no petroleros se ajustan a la baja en cinco mil 616.9 millones de pesos, por la disminución de cinco mil 799 millones de pesos en los ingresos no tributarios. Los tributarios, se mantienen sin cambio, aumentan solo 182 millones.

“El gasto programable se ajusta al alza en 21 mil 409 millones de pesos lo que podría estar reflejando el mayor gasto en programas sociales. Pero no programable disminuye en 14 mil 208 millones de pesos. De esta manera el déficit total se mantiene sin cambio en un billón 428 mil 348.1 millones de pesos, en un rango de 3.9%-4.0% como porcentaje del PIB. La estimación previa lo ubicaba en un porcentaje puntual de 3.9 por ciento”.