Gran parte de las cuencas de agua están contaminadas: UNAM

PATRICIA RAMÍREZ   Se calcula que en México 40 por ciento de las cuencas hidrológicas están contaminadas, de un nivel medio a muy grave, y junto con China, es el único país que utiliza aguas negras para el riego en la agricultura, contaminadas con todo tipo de bacterias, como las coliformes que provocan enfermedades gastrointestinales,

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PATRICIA RAMÍREZ

 

Se calcula que en México 40 por ciento de las cuencas hidrológicas están contaminadas, de un nivel medio a muy grave, y junto con China, es el único país que utiliza aguas negras para el riego en la agricultura, contaminadas con todo tipo de bacterias, como las coliformes que provocan enfermedades gastrointestinales, residuos de medicamentos, metales pesados y microplásticos, entre otros.

Además, se estima que no funcionan el 60 por ciento de las plantas de tratamiento del país, las cuales están a cargo de los municipios. 

Un estudio de Adalberto Noyola Robles, investigador y exdirector del Instituto de Ingeniería de la UNAM señala que los mexicanos tomamos agua contaminada y, en gran medida, esto ha llevado a un consumo generalizado de agua embotellada que genera exceso de desechos plásticos.

Ante este panorama, la Semarnat expidió la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, para establecer los límites permisibles de contaminantes en las descargas residuales en cuerpos receptores propiedad de la nación. 

Sin embargo, todas las empresas se habían resistido durante largo tiempo al control de sus residuos. Los industriales solicitaron cinco años para su aplicación y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales no tiene suficientes inspectores para verificar la aplicación de la NOM.

La investigadora de la UNAM Leticia Merino señaló que hay otra preocupación por la privatización de los servicios municipales de agua, incluidas las plantas de tratamiento. 

Acotó que las prácticas de consumo son importantes, como también lo es generar ciudadanía ambiental y exigir mejores leyes y políticas públicas para que quienes tienen el control del líquido concesionado realicen mejores prácticas, sean vigilados, no sobreexploten los recursos, ni los contaminen. El coordinador técnico de la Red del Agua de la UNAM, Fernando González Villarreal detalló que si imaginamos el territorio nacional como un espacio uniforme, se precipitan aproximadamente 1.5 billones de metros cúbicos al año por lluvias; sin embargo, la realidad es que existe una distribución desigual del líquido.

El también director del Centro Regional de Seguridad Hídrica UNESCO, precisó que hace algunos años un estudio del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM (PUMAGUA) sobre las sequías a través del tiempo, reveló que este fenómeno se presenta en México, en general, una vez cada 10 años, y tiene duraciones que van de dos a tres años.

A esto, agregó el ganador del Premio Nacional de Ingeniería 2015, se suman circunstancias que agravan la situación, como la deforestación y la urbanización. El cambio de uso del suelo modifica la hidrología de las cuencas y hace que los escurrimientos sean más rápidos, que se reduzca la infiltración hacia los acuíferos y que se acorten las avenidas de los ríos, causados por la precipitación, especialmente en el Valle de México.

La realidad es que tenemos poco almacenamiento y si bien nuestro país cuenta con cinco mil acueductos y presas -algunas edificadas a partir de la época colonial-, 180 de esas son grandes y resguardan aproximadamente 150 mil hectómetros cúbicos de agua.

Ante problemas extremos como las inundaciones por Agatha en Oaxaca y la sequía en el norte de México, González Villarreal detalló que la solución más importante es ser más eficientes en el uso del recurso natural.