GUADALAJARA.- Una vez más, la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, se rindió al toreo de Diego San Román, que logró cautivar en la Corrida de Triunfadores. El torero queretano cortó tres orejas y salió a hombros, ante el clamor de un público que le ha coronado como uno de sus consentidos de los últimos años. Tarde cuesta arriban han tenido los matadores Juan Pablo Sánchez y Ginés Marín, que pecharon con lotes complicados del hierro de José Garfias .
Sánchez, el valor sereno
“Arraigado”, de 480 kilos, número 4, de la ganadería de José Garfias, salió por la Puerta de Toriles en primer lugar, correspondiendo la lidia al matador de toros hidrocálido Juan Pablo Sánchez. Un toro muy suelto de salida que tardó en enterarse del llamado del torero que al final se hizo de él para adornarse por verónicas. Brindó su faena al ganadero de San Pablo, Leopoldo Martín del Campo “Paviche”, agradeciéndole así el apoyo durante su carrera profesional. No tardó la faena en desarrollarse por el izquierdo, emitiendo la profundidad a su toreo, con empaque y temple, llevando al toro muy despacio. Por el derecho, toreó en cámara lenta, con esa clase manifiesta en la que plasmó la buena letra. El toro tuvo fijeza, acudiendo al engaño del torero hidrocálido que mantuvo en ese nivel su faena donde gustó con el claro concepto de un toreo clásico. En el tramo final, el toro comenzó a protestar, ligando Sánchez, con poder. Poca suerte tuvo con la espada, por lo que se retiró entre palmas.
“Libertario”, de 490 kilos, segundo del lote de Juan Pablo Sánchez, con el que inició una faena con muletazos de mucha suavidad. En el previo, el brindis a la señora Marcela López, esposa del ganadero y empresario Juan Pablo Corona. Al de José Garfías le faltó mucho, un toro muy deslucido, que pasaba sin mayor transmisión, agregando la nula fuerza, teniendo entonces el torero todo en contra a pesar de los esfuerzos. De uno en uno, buscó sacar los muletazos, porfiando con valor y no dejando nada, sobresaliendo así la entrega. Silencio.

Ginés, poco pudo hacer
“Tradicionalista”, de 500 kilos, segundo de la tarde, para Ginés Marín, que echó mano de los recursos ante lo poco que ofreció el de José Garfias, deslucido, de poca fuerza, doblando las manos. Se ordenó, se apuntillará al toro, otra de las decisiones que no han tenido ni pies ni cabeza en esta temporada en Guadalajara. El toro se levantó y Ginés se dispuso a usar la espada, fue silenciado.
“Conservador”, de 535 kilos, ha sido el segundo del torero español Ginés Marín, que dio comienzo a su faena, con muletazos por bajo, teniendo a un toro de Garfias con mayor portabilidad, comportamiento que tuvo desde salida, incluso peleando con bravura al caballo. El toro que fue franco por el pitón derecho, le permitió a Marín torear con temple, corriendo a placer la mano, con hondura en cada muletazo, una serie de cuatro pases y un cambio de mano donde quedó demostrado lo poco que ofrecía el burel por el izquierdo, pues se le coló de fea manera. Apostó Ginés por quedarse ahí, y sacó una serie poderosa, pero el astado siempre estuvo pendiente de él. El público recriminó a Ginés terminar la faena cuando, a criterio de ellos, el toro tenía mucho más por sacar. Tendida y caída quedó la espada. Se retiró en silencio.

Foto: Juan Pablo Sánchez
En Rey, Diego San Román
El tercero, “Ecologista”, de 485 kilos, para un Diego San Román, dispuesto desde que tomó el capote, pues recibió de rodillas, con un abanico de variedad, terminando de pie, con ajustadas chicuelinas, lo que desató la emoción en el tendido. Con ese clima, de entrega y reconocimiento, Diego brindó al público tapatío, para después citar desde largo al de José Garfias, desafiando todo al pasarse al toro a milímetros para ejecutar dos cambiados por la espalda. El toro con la cabeza muy suelta, muy descompuesto en los finales, pero San Román con ese poderío y cabeza fría que le caracterizan, terminó por romper en una faena plagada de valor, y por el derecho cuajo series de gran portento. Supo también llevarle franco por el derecho, y aquí llevó su actuación a otro nivel, y es que lo hace ver todo tan fácil, se queda quieto, sin aspavientos, con una tranquilidad asombrosa, imprimiendo esa entrega pero a tiempo sin dejar del lado el mando. Son de esas faenas en las que todo va creciendo en intensidad, variado y con abandono. Pinchazo, y estocada.

El sexto de la tarde, “Valeroso”, de 525 kilos, el sexto de la tarde, y segundo del lote de Diego San Román, que tuvo buen saludo capotero. En el nivel en que se comportaron el toro, lo hizo este que cerró plaza, que ofreció lo poco que tuvo a cuenta gotas. El toro inválido, pero el torero con entrega, dejando el último de los alientos en cada trazo que arrancó. Se la jugó como todas las tardes, acortando la distancia, y metiéndose entre los pitones. El toro se quedaba muy corto, pero mantuvo siempre esa fijeza. No existió punto medio, San Román, entregó todo, acortando las distancias, temerario y siempre dispuesto, logró someterle, y al final, rotundo, lo llevó a buen puerto, sacando muletazos con las fibras del pundonor. La gran estocada y la entrega de un público que se le ha rendido, cortando así, dos orejas.

Guadalajara, Jalisco.- Plaza “Nuevo Progreso”. Décima corrida de la temporada. Toros de José Garfias, aplaudidos tercero y quinto. en el arrastre. Juan Pablo Sánchez, palmas y silencio. Ginés Márin, silencio y silencio. Diego San Román, oreja y dos orejas.