Hay dinero, pero no vacunas

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Juan Ortiz

En México, el sarampión está de vuelta. Y el gobierno federal, en vez de contenerlo, guarda las vacunas como si fueran piezas de museo. Con 789 casos confirmados y una alerta nacional en curso, el Programa de Vacunación no ha ejercido casi nada de los 4 mil 571 millones asignados.

La denuncia la hace el diputado Éctor Jaime. Y tiene razón. Porque la enfermedad avanza, pero el gasto público no se mueve.

VACUNAS SIN USAR

Y lo peor es que hay presupuesto, pero no hay ejecución. En la Cámara de Diputados se aprobaron 4 mil 571 millones de pesos para vacunar en 2025. Esa cifra alcanzaría para salvar miles de vidas. Pero, según la Secretaría de Hacienda, al cierre de marzo, el avance financiero es casi cero. Sólo han ejercido alrededor de mil pesos.

En un trimestre donde los contagios de sarampión crecieron y el sistema de salud lanzó la alerta, el gobierno federal no aplicó vacunas, no compró biológicos, no ejecutó recursos.

Peor aún, enfrenta un escándalo mayúsculo por más de 13 mil millones de pesos en la compra de medicamentos. Así vemos que no es un problema de dinero. Es un problema de voluntad y ética en el servicio público.

CARIDAD COMO POLÍTICA

El gobierno de Belice donó 10 mil vacunas SRP a México. Lo confirmó su propio ministro de Salud. Es un acto de solidaridad, pero también una muestra de la caída de lo que fue un orgullo nacional: nuestro sistema de vacunación.

¿Cómo se entiende que el país con uno de los mayores presupuestos en América Latina espere vacunas por caridad? El gobierno federal tiene una respuesta deficiente ante el sarampión y otras enfermedades. Está improvisando y dependiendo de otros países. Mientras tanto, las niñas y niños sin vacuna siguen expuestos.

El 16 de abril, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica emitió una alerta nacional por sarampión. Pedía reforzar brigadas, aplicar vacunas y rastrear contagios. ¿Y qué hizo el gobierno? No mucho. Una alerta sin acción es letra muerta.

De acuerdo con el presupuesto federal, el programa de Vigilancia Epidemiológica tiene 835 millones de pesos asignados. Pero en el primer trimestre solo se usaron 25 millones. Un triste 3.1%. Con alerta en marcha y presupuesto en caja. Una emergencia ignorada con recursos en la bolsa.

¿Dónde están las brigadas? ¿Dónde están los operativos? ¿Dónde está la respuesta? Aquí tampoco puede haber excusas, mucho menos omisiones.

DINERO NO USADO

Cuando sobra dinero y falta atención, lo que hay es abandono. En 2025, el gasto de la Secretaría de Salud cayó 14.3% respecto al año anterior. Son 19 mil millones de pesos menos. El avance de ejecución fue de apenas 17.4% del presupuesto anual, cuando debía estar en 25%.

Pero lo más grave no es el número. Es lo que significa. Significa hospitales sin medicamentos. Significa salas de espera llenas. Significa que la salud pública no es prioridad, aun cuando existen recursos asignados para este fin.

Hay crisis que se producen por falta de dinero. Y hay otras que se provocan por decisiones equivocadas. La del sarampión, hoy, no es biológica. Es política.

Un gobierno que no gasta lo que tiene para vacunar, no gobierna: improvisa. Una alerta sin respuesta no es prevención: es omisión. Y una vacuna sin aplicar es negligencia de alto nivel.

EL DATO INCÓMODO

La refinería Olmeca, en Dos Bocas, aumentó su costo a 20 mil 959 millones de dólares. Es un sobrecosto del 162% frente a los 8 mil millones prometidos. Y lo peor: sigue en pruebas, pese a que AMLO la presumió como 100% operativa desde septiembre pasado.