París, Francia / Enviado.- Maylín y Osmar Olvera siempre fueron unidos. Impulsados por la educación de sus padres, quienes fomentaron en ellos esa fraternidad que hoy en día les caracteriza y los tiene juntos en París, ella acompaña a su exitoso hermano en su exitosa participación en los Juegos Olímpicos 2024. Pero este estrecho vínculo quizás no sería tan sólido de no haber sido por la pandemia.

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Con una camiseta blanca con los aros olímpicos e imágenes de su exitoso hermano, Maylín es una de las personas que mejor puede describir al atleta del momento en México. Lo conoce a la perfección, pero ha sido mucho más profunda su relación desde que hace cuatro años, la COVID-19 obligó al mundo a no salir de casa. Y fue entonces que abrieron sus corazones para adentrarse mutuamente en lo más profundo de sus almas.

“Tengo muchas (historias bonitas con Osmar). Creo que en la pandemia cuando nos encerraron a todos, fue cuando más llegué a convivir con Osmar, entonces, creo que la anécdota más bonita, aunque con un poco de sufrimiento, es que siempre me obligaba a que hiciera mucho ejercicio”, recuerda con cariño Maylín en entrevista con OVACIONES tras la Final del trampolín individual masculino de París 2024, donde el clavadista capitalino de 20 años de edad quedó en tercer lugar después de los chinos Siyi Xie y Zongyuan Wang.

La hermana de Osmar Olvera, Maylin, cuenta a Ovaciones cómo fue crecer con el doble medallista olímpico en París 2024 🥹🇲🇽

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— OVACIONES (@ovaciones) August 8, 2024

“Estoy muy emocionada, muy feliz. Creo que al final Osmar lo trabajó todo este año en todas sus competencias y es el resultado que todos están viendo, todo México, es lo que trabajó todo el año”, asegura la estudiante y jugadora de flag football en la UVM.

A diferencia de Osmar, Maylín sí ha seguido los pasos de su padre, Sergio Olvera, quien destacó como jugador y entrenador en el futbol americano colegial del país con Águilas Blancas del IPN. En su perfil de Instagram muestra en cada publicación esa pasión que tiene por los emparrillados, un sueño distinto al de su hermano, quien siempre se vislumbró zambulliéndose en las piscinas más importantes del mundo.

“Nos dijo que él iba a estar ahí, que él solo iba a recoger una medalla y que lo apoyáramos sin importar el resultado. Como familia es algo que hemos disfrutado. A mis papás, a mi abuela, les dijo que iba a ser el primer mexicano en ganarle a los chinos. Al final es un proceso. Si no se dio en estos Juegos, tensos dos o tres más donde el sueño se puede cumplir y aunque no pudo ganarle a los chinos, el ser medallista olímpico ya es un gran logro”, puntualiza.