Los dos hijos de Jair Bolsonaro acudieron este martes a la sede de la Policía Federal en Brasilia para visitar al expresidente, que permanece en prisión preventiva luego de que la Corte Suprema confirmara la orden de detención emitida por Alexandre de Moraes.

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La visita ocurre en medio de un clima tenso, después de que Bolsonaro rompiera deliberadamente la tobillera electrónica, acción que el Supremo interpretó como un riesgo real de fuga, motivo por el cual se ordenó su traslado inmediato de prisión domiciliaria a una celda federal.

El juez Moraes indicó que el exmandatario actuó “de forma dolosa”, confesando incluso haber inutilizado el dispositivo. Esta conducta, sumada a la movilización de seguidores en las afueras de su residencia, reforzó el argumento de que Bolsonaro intentaba evadir la justicia.

El exgobernante, condenado por delitos relacionados con su intento de alterar el orden democrático en 2023, alegó posteriormente que su conducta se debió a un episodio de “paranoia” causado por la mezcla de medicamentos. Aun así, la Corte consideró que su comportamiento constituye una falta grave y justificó el encarcelamiento preventivo.