GUSTAVO MARES
Foto: Cortesía Karisma
La valiente luchadora lagunera Karisma, a sus 30 años de edad, tiene una vida plena. Feliz madre de una preciosa bebé y ‘bendecida con un marido fuera de serie’, la rubia gladiadora está de regreso en la escena profesional, tras dar a luz.
‘Desde octubre reaparecí. Ya tuve oportunidad de presentarme en el centro del país y las cosas se dieron bien, pero por el momento estoy enfocada con las presentaciones que tengo en la Comarca Lagunera’, señala Karisma, quien ha sorteado muchos obstáculos para hacerse de un nombre dentro del pancracio.
La espectacular norteña habla con franqueza de lo difícil que resulta abrirse paso en una profesión en la que dominan los hombres: ‘es complicado porque el machismo existe. Es feo decirlo, pero sí hay. Creo que eso es un error. En esta época, los hombres se enfrentan con el feminismo. Creo que tanto hombres como mujeres nos complementamos. Juntos podemos hacer muchas cosas’.
Karisma es una joven luchadora con 9 años de trayectoria profesional en la que suma importantes triunfos, así como valiosas cabelleras que le han ayudado a forjar un sólido nombre en el medio de la lucha libre no sólo de la región de la Laguna sino de toda la República Mexicana.
Asegura que aunque no ha sido fácil, la recompensa es satisfactoria pues mantiene viva la tradición que tiene la zona lagunera en la lucha libre. ‘La Comarca Lagunera se ha significado por ser cuna de grandes luchadores. Tiene una bien merecida fama de que aquí salen buenos gladiadores, por lo que hay que mantener siempre el listón por todo lo alto’, apunta.
Reconocida por el público, no todo ha sido miel sobre hojuelas: ‘Me ha tocado luchar con hombres que te pegan de manera antirreglamentaria. Con el puño me han golpeado, pero tienes que aguantar y poco a poco te vas ganando su respeto’.
Entre los sinsabores que tienen que sufrir muchas de las mujeres que practican de manera profesional este deporte se cuenta el hecho de que ‘si bien les va tienen vestidores’, aunque muy chicos en comparación a los de los hombres. ‘Pero otras veces son zonas mixtas y los compañeros se cambian así como si nada. Son problemas que tienes que superar’.
Sin embargo, a pesar de los obstáculos que algunos gladiadores ponen a las luchadoras, Karisma asegura enfática que ‘pese a todo, muchas veces prefiero combatir contra hombres que contra mujeres.
Si las envidias y celos profesionales están a la orden del día con los varones, con las mujeres es todavía más complicado. El peor enemigo de una mujer es otra mujer y eso es algo muy triste’. Pese al machismo que prevalece en el ambiente luchístico mexicano, Karisma ve el lado positivo y señala con mucha emoción que: ‘Como en todas las profesiones hay cosas que no son bonitas, pero la mayoría son mágicas y por eso estamos envueltos en este ambiente maravilloso’.
La lucha libre no sólo le ha dado estabilidad a la guapa y brava luchadora nacida en Torreón, sino que también le dio la oportunidad de cumplir uno de sus más grandes anhelos: formar una familia.
‘La historia de amor con mi ahora marido es curiosa, porque como dice la canción del Grupo Flans: me enamoré de un fan. Mi esposo era antes seguidor mío. Un día salimos a un concierto de música grupera y ahí comenzó todo. Pensé que tal vez no le gustaría sin máscara, pero fue todo lo contrario. No me cambio por nadie, soy una mujer plena’, comenta la mexicana Karisma, que a la par de las presentaciones que tiene en el norte de nuestro país prepara una interesante gira en escenarios de Guatemala y Costa Rica.
Karisma, quien escribe con esfuerzo y profesionalismo su nombre en la lucha libre mexicana, se ha abierto camino sola, toda vez que en su familia no hay antecedentes en el deporte de los costalazos.