La idea de los humedales caseros surge de la necesidad de tratar las aguas residuales en 48 asentamientos de Xochimilco. Estos sistemas purifican las aguas residuales, reduciendo contaminantes al ser reutilizadas. Los humedales domésticos son esencialmente sistemas de filtrado que tratan las aguas grises, que son utilizadas para lavar platos y ropa, pero no las aguas negras (desechos humanos), las cuales requieren tratamientos más especializados.

Ricardo Eslava Sandoval oriundo del barrio de La Santísima del paraje de Santa Rosa Chilililco, Xochimilco, explica que este modelo busca expandirse a otras áreas metropolitanas que necesiten una gestión eficaz de sus recursos hídricos. Los humedales caseros son una estrategia para enfrentar la crisis hídrica actual, permitiendo un mejor uso del agua.

Las plantas acuáticas y semiacuáticas en los humedales caseros juegan un papel crucial en la degradación de contaminantes puesto que los utilizan como alimento. Además, la trampa de grasas para sepárala del agua, evitar la contaminación del humedal y proteger la vegetación.

La construcción de un humedal casero implica varias fases: separación de grasas, filtración y degradación de contaminantes, y recepción de aguas filtradas. Este proceso utiliza materiales como grava, arena y vegetación específica (helechos, juncos, papiro, etc.) para purificar el agua.

A la fecha, puesto en marcha 5 mil 800 humedales en asentamientos de Xochimilco, y se han tratado 896 mil litros de agua residual por semana.