Ideología, campo de batalla entre China y Estados Unidos

18, diciembre 2021

Ideología, campo de batalla entre China y Estados Unidos

WASHINGTON/PEKÍN, 18 DIC (EFE).- La creciente rivalidad entre China y Estados Unidos fue este 2021 más allá de las pugnas económicas y geopolíticas para adentrarse en la confrontación ideológica, con definiciones contrapuestas sobre la democracia y reproches mutuos sobre sus respectivos modelos políticos.

Esta disputa se escenificó a todas luces con el boicot diplomático estadounidense a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín o con la “Cumbre para la Democracia”, organizada por Washington este mes con el objetivo de “hacer frente a las amenazas que afrontan las naciones libres”.

El encuentro toma como lema una cita del presidente estadounidense, Joe Biden, poco después de llegar a la Casa Blanca: “La democracia no ocurre por accidente. Debemos defenderla, luchar por ella, fortalecerla, renovarla”.

La lista de países invitados -y sobre todo, los ausentes- ha sido toda una declaración de intenciones, al excluir a China o a Rusia e incluir a Taiwán, uno de los grandes puntos de fricción entre Washington y Pekín.

En señal de protesta, los embajadores de Rusia y China lamentaron antes de su arranque que la reunión solo va a “alimentar la confrontación ideológica” y generar “nuevas líneas divisorias”.

 

“La democracia no es como la Coca-Cola”

 

Pekín viene insistiendo en que China es también una democracia -con una “representatividad diferente” a la Occidental- pese a que el régimen comunista no permite la existencia de mecanismos independientes que fiscalicen al poder.

“La democracia no es como la Coca-Cola, que debe saber igual en todas partes. China es una democracia en toda regla”, argumentó el pasado abril el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, quien exigió a Washington que “respete” el sistema “elegido por el pueblo chino”.

Mientras, la propaganda china incide en que la democracia estadounidense está “en declive”, que “la controlan los plutócratas” y que “ha fallado” a la hora de lograr una forma de gobierno “efectiva”.

“Gran parte de la desconfianza existente entre China y Estados Unidos proviene del resurgimiento de una competición ideológica. Los dos países cuentan con valores contrapuestos”, comenta a Efe el experto Tong Zhao de la Universidad de Tsinghua.

Según el académico, este problema “subyacente” no tiene fácil solución: “Los países occidentales valoran la libertad individual y la separación de poderes, mientras que el sistema chino promueve la centralización en torno a una autoridad nacional”, anota.