Los créditos accesibles son una realidad Una transformación radical en el sistema hipotecario mexicano acaba de entrar en vigor. El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha implementado el revolucionario modelo T100, que sustituye definitivamente el histórico sistema de 1,080 puntos que durante años limitó el acceso a la vivienda para millones de trabajadores.
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Un cambio que marca época
El 18 de agosto de 2025 quedará registrado como la fecha histórica en que Infonavit modificó sus reglas fundamentales para democratizar el acceso a los créditos hipotecarios. Esta medida representa el cambio más significativo en la política habitacional del instituto en décadas.
La nueva modalidad está específicamente diseñada para beneficiar a los sectores con ingresos bajos y medios, eliminando las barreras que históricamente impedían a millones de mexicanos acceder a una vivienda digna.
De 1,080 a 100 puntos
El modelo T100 revoluciona completamente el proceso de precalificación al reducir de manera drástica los requisitos para iniciar el trámite de obtención de crédito hipotecario. Los derechohabientes ahora únicamente necesitarán 100 puntos para comenzar su proceso de financiamiento.
Esta reducción del 90.7% en los puntos requeridos representa un cambio de paradigma que abre las puertas a sectores que anteriormente permanecían excluidos del mercado hipotecario.
Población objetivo: Trabajadores de ingresos medios y bajos
El programa está estratégicamente dirigido a trabajadores que perciben entre uno y dos salarios mínimos, lo que equivale a ingresos mensuales de entre $8,364 y $16,728 pesos.
Esta segmentación reconoce que el mayor déficit habitacional se concentra precisamente en estos estratos socioeconómicos, que representan una proporción significativa de la fuerza laboral formal del país.
Transformación integral del proceso
Reducción dramática de requisitos
El nuevo sistema simplifica los procedimientos al reducir las condiciones de diez a únicamente cinco requisitos esenciales, eliminando la complejidad burocrática que caracterizaba al sistema anterior.
Eliminación de obstáculos crediticios
El historial negativo en el Buró de Crédito deja de ser un impedimento, excepto en casos donde el solicitante mantenga otro crédito hipotecario activo. Esta medida beneficia a millones de trabajadores que previamente se veían excluidos por problemas crediticios pasados.
Independencia de aportaciones patronales
El incumplimiento de las empresas en el pago de aportaciones patronales ya no afectará el puntaje del trabajador, eliminando una variable que estaba fuera del control del beneficiario y que frecuentemente obstaculizaba el acceso al crédito.
Financiamiento integral
Los beneficiarios recibirán el monto completo del crédito sin recortes basados en puntaje, garantizando que el financiamiento sea suficiente para completar la adquisición de la vivienda.
Agilización temporal
El proceso se espera que se complete en meses, contrastando dramáticamente con los años que solía tomar bajo el sistema previo.
Cinco requisitos esenciales
El acceso al crédito T100 se fundamenta en cinco condiciones básicas:
- Alcanzar los 100 puntos en el nuevo sistema de evaluación
- Mantener el estatus de trabajador formal con aportaciones vigentes
- No poseer otro crédito hipotecario activo en Infonavit
- Cumplir con un periodo mínimo de cotización (inferior al exigido en el esquema anterior)
- Asegurar que la vivienda cumpla con los estándares del Programa de Vivienda para el Bienestar
Impacto social y económico
Esta reforma representa una oportunidad histórica para democratizar el acceso a la vivienda en México. Al eliminar las barreras sistémicas que mantenían excluidos a sectores con menores ingresos, el modelo T100 contribuye significativamente a la reducción del déficit habitacional nacional.
La medida también estimula el mercado de la construcción y genera un efecto multiplicador en la economía, al incrementar la demanda de vivienda y los servicios asociados.
Un nuevo capítulo para la vivienda en México
El modelo T100 marca el inicio de una nueva era en la política habitacional mexicana, donde el acceso a la vivienda digna se convierte en una realidad más alcanzable para millones de trabajadores que durante décadas vieron limitadas sus posibilidades de adquirir un patrimonio familiar.
Esta transformación consolida al Infonavit como una institución verdaderamente inclusiva, comprometida con hacer realidad el derecho constitucional a la vivienda para los sectores más amplios de la población trabajadora.
