La inversión que requiere el país es aquella que genere acervo de capital y asegure la creación de empleos permanentes y de calidad, pero en estos momentos, “no hay indicios de un dinamismo importante en la inversión productiva del país”, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), al señalar que la inversión extranjera directa (IED) comienza a mostrar debilidad en la confianza de los inversionistas.

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“No hay duda de que la inversión física y productiva es fundamental, pero debe ser acompañada de la instrumentación y operación de políticas públicas que generen un ambiente de negocios atractivo para hacerlo. Resalta que combatir la corrupción, inseguridad, delincuencia y la impunidad, así como fomentar el estado de derecho, la educación y la salud, son aspectos necesarios para crecer sostenidamente.

“Y aquí es donde hace falta atención real. El Presupuesto de Egresos para 2025 considera importantes ajustes a la baja en estas materias”, señaló en su análisis semanal.

Al mismo tiempo, observó que si bien es una buena noticia, la inversión que anunció Netflix por mil millones de dólares durante los próximos cuatro años, subrayó que la inversión “que requiere el país es aquella que genere acervo de capital y asegure la creación de empleos permanentes y de calidad en el mediano y largo plazos. Hasta ahora no hay señales claras de un dinamismo importante en la inversión productiva del país”.

El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) observó que, a pesar del significativo repunte que tuvo la inversión en 2023 como consecuencia de las obras insignia del gobierno, “su aportación al crecimiento en el sexenio fue nula. Igual que el gasto en consumo de gobierno, que también tuvo una nula aportación al crecimiento en el periodo”.

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Señaló que hasta el momento, no se perciben avances importantes para el aprovechamiento del nearshoring y la relocalización de empresas de manufactura, por lo que seguir perdiendo el beneficio que ofrece este proceso sería un grave error y un riesgo importante para lograr los objetivos de mayor crecimiento económico y bienestar de los hogares.

Recién la Secretaría de Economía señaló que en 2024 entraron al país 36 mil 872 millones de dólares por concepto de IED, lo que significó una cifra histórica, pero el resultado fue principalmente por la elevada entrada de IED en el primer trimestre por 27 mil 052 millones de dólares, “por una mayor reinversión de utilidades por 27 mil 838 millones de dólares”.

Y en los siguientes trimestres su evolución se fue debilitando, quedando por debajo del pronóstico de los especialistas que anticipaban la entrada de 37 mil 192 millones de dólares.

Pero además, el reporte de Economía no muestra los resultados por tipo de inversión, pero utilizando las cifras de la Balanza de Pagos del Banco de México, se aprecia que la IED “comienza a mostrar debilidad en la confianza de los inversionistas en el extranjero para trasladar al país sus procesos productivos en el marco de los beneficios que implica el nearshoring. Tan solo hay que observar que la reinversión de utilidades ya acumula dos trimestres con cifras negativas”.

Para el CEESP, no hay duda de que la inversión física y productiva es fundamental, pero debe ser acompañada de la instrumentación y operación de políticas públicas que generen un ambiente de negocios atractivo para hacerlo.

“Es poco probable que las expectativas de crecimiento mejoren en los próximos meses. Incluso podrían seguir ajustándose a la baja, en línea con la preocupación por el efecto de las posibles políticas comerciales que instrumente el gobierno de los Estados Unidos”, puntualizó.