Investigan especialistas biodiversidad en suelo de conservación de la CDMX

14, enero 2024

PATRICIA RAMIREZ

Foto: Gobierno de la CDMX

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) junto con autoridades y comunidades locales trabajan en el Atlas de la Biodiversidad del Suelo de Conservación de la Ciudad de México, que busca describir la diversidad de organismos de diferentes tipos.

Roberto Garibay Orijel, investigador del Instituto de Biología, explicó que la formación de los suelos es un proceso largo, pues se estima que un centímetro puede tardar cientos de años en formarse y, por el contrario, su degradación ocurre rápido.

Aunque el suelo de conservación abarca al menos dos por ciento de la biodiversidad mundial, y 12 por ciento de la de México, hay pocos estudios referentes a microorganismos que lo habitan, ello a pesar del papel fundamental que juegan en su formación, los procesos biogeoquímicos y el funcionamiento de los ecosistemas.

Se estima que 25 por ciento de la biodiversidad del planeta habita en el suelo, por lo que este trabajo formará parte fundamental de nuevos conocimientos sobre la relación entre la calidad de este y los microorganismos, el grado de conservación de los ecosistemas, la productividad agrícola, los beneficios ambientales y las interacciones ecológicas, entre otros aspectos.

El Instituto de Biología de la UNAM, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadur), de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, y las comunidades agrarias del suelo de conservación de la capital del país, por primera vez colaboran para conocer la biodiversidad de los microorganismos que viven en los diferentes ecosistemas y agroecosistemas.
Columba Jazmín López Gutiérrez, directora general de la Corenadr, comentó que poco se conoce esa área, que ocupa 59 por ciento del territorio y alberga los servicios ambientales para la urbe.

La diversidad de suelos se manifiesta en la toma de muestras y en los resultados que va a arrojar este proyecto y se trata de la obtención de los nombres de las especies y saber qué debemos hacer para tener mejor calidad de suelo, importante en la restauración ecológica.

Agregó que el suelo es el reflejo de la salud y buen funcionamiento de los eco y agroecosistemas, y la oportunidad que nos brindan los científicos de conocer qué es lo que contienen; será parte toral para hablar del futuro de esos sistemas, resaltó López Gutiérrez.

“Necesitamos mucha gente cuidándolo, trabajando, invirtiendo para que la investigación se desarrolle. Los productores agrícolas, los núcleos agrarios, los ejidos, las comunidades, necesitan aliados” para que los eco y agroecosistemas no se pierdan, sino que se incrementen, subrayó.

El proyecto inició a finales de octubre con la capacitación de 45 técnicos de la Comisión que durante un mes obtuvieron muestras de 50 sitios de las nueve alcaldías que conforman el suelo de conservación: Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Iztapalapa y Gustavo A. Madero. De ellas, 26 fueron tomadas en agroecosistemas (como milpa, nopaleras y sistemas agroforestales) y 24 en ecosistemas originarios del Valle de México (bosques, humedal lacustre y pastizales, por ejemplo).

Esas muestras son analizadas para describir la diversidad de microfauna y, posteriormente, los investigadores de la UNAM extraerán el material genético de hongos y bacterias; las muestras se secuenciarán en laboratorios internacionales en Noruega y Corea.

Cuando se obtengan los resultados, ambas instancias seguirán colaborando con las comunidades para desarrollar estrategias innovadoras para la conservación de los socioecosistemas.