El bochornoso calor en el SAP Performance Facility del Levi’s Stadium de Santa Clara, California provoca que el jersey número 67 de Isaac Alarcón se desparrame de sudor. La práctica es extenuante, pues frente a él está uno de los mejores rushers de toda la NFL —si no es que el mejor— Nick Bosa. El mexicano trata de contenerlo, pero es casi imposible. Y no le importa. Para el regiomontano no es en lo absoluto una desgracia el verse superado por una súper estrella de la liga, al contrario, aprende de cada uno de sus movimientos para superarse y así poder pelear por un lugar en el roster final de los San Francisco 49ers en la temporada 2024.

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Luego de tres años en el equipo de prácticas de los Dallas Cowboys, y de pasar de una trinchera a otra detrás del ovoide, con tal de tratar de ganarse un puesto, Alarcón ha vuelto a sus orígenes en la línea ofensiva a la espera de por fin cumplir el sueño de formar parte del primer equipo, ahora con el equipo guinda y oro, donde ya pudo jugar el primer partido de pretemporada ante Tennessee Titans, donde se le vio en forma.

“Bien, la verdad bien contento. Ya había pasado un año desde que jugué mi último partido en la NFL y habían pasado ya dos años desde 2022 que fue como liniero ofensivo, entonces fue una experiencia muy bonita el recordar todo eso”, dijo Isaac en entrevista para el portal oficial de los Niners en Español.

Alarcón había puesto punto final a su relación con los Cowboys en septiembre pasado, pero a pesar del trago amargo que representó esa ruptura, no bajó la guardia y siguió adelante. Se preparó por su cuenta y esos esfuerzos rindieron frutos cuando fue buscado para incorporarse a los entrenamientos de San Francisco.

“Ha sido un training camp desafiante, me estoy adaptando a la condición física de este equipo. Me encanta la competencia interna que existe, es un equipo que busca hacernos mejores lo unos a los otros, entonces ha sido un poquito cansado, la verdad, pues hay días que empezamos a las 7:00 de la mañana hasta 8:30 de la tarde y así es, llevamos desde el 23 de julio, cansado pero disfrutando esta etapa”, comentó. Y aunque sabe que la competencia es férrea, no baja la guardia.

“En un equipo como éste con buenos tacles con Colton McKivitz y Trent Williams, entonces hay buena competencia en primera y segunda línea entonces es apoyar al equipo como pueda y hacer lo mejor que pueda y no frustrarme, es disfrutar que es un juego y es una bendición estar en la NFL, entonces lo tomo de la mejor manera”, abundó.

Para el joven de 26 años, la convivencia ha sido primordial para su adaptación. Si bien lleva poco tiempo bajo la disciplina de Kyle Shanahan, el hacer buena relación con sus compañeros ha sido primordial, sabedor de que una línea ofensiva es un reflejo de la natación artística, donde cada movimiento de cada miembro del equipo es esencial para obtener buenos dividendos en las distintas jugadas donde su única misión es contener y abrir huecos en el rival.

“Es la cultura de la camaradería dentro del locker, al final de cuentas la línea ofensiva es una unidad de cinco pero nos movemos como uno, porque todos sabemos la jugada que toca y nos vemos todos a la derecha o a veces todos a la izquierda. Es como nado sincronizado, todos primer paso, primer movimiento, primera braceada; todo se vuelve muy exacto y muy perfecto ya en este nivel entonces sí tiene que ver mucho el cómo me llevo con ellos, porque en el campo es los unos a favor de los otros”, señaló.

“Siempre es importante el mantenerte humilde, el adaptarte; hay muchos tipos de personalidades dentro del locker y siento que a lo mejor es el saberme acoplar con lo que está pasando aquí y ya”, agregó.

El regiomontano fue parte del Pathway International Program en el 2020, mismo que busca impulsar a jugadores foráneos en la liga en su intento por hacerla más global. Alarcón ya no puede ser elegible por esa vía, al haber expirado esa oportunidad hace par de años, por lo que ahora busca ganarse un puesto a la vieja usanza. Por ello, poco le importa tener que comer polvo ante colosos como Bosa y Leonard Floyd, pues solo así encontrará el antídoto para seguir adelante.

“Dentro del campo es normal, el calor, estás cansado, te golpean y te calientas, pero es ser profesional, se acaba la práctica y le das la mano, porque me estás haciendo mejor y yo también espero estarte haciendo mejor en la forma en la que yo me enfrento contra ti. A mí siempre me ha gustado llevarme bien con los linieres defensivos porque después de la práctica a veces le digo que si se quedan conmigo para practicar más sobre protección de pase, o dónde poner mis manos, o por dónde quieren llegar, es importante. Es la única forma de mejorar y competir y qué mejor que contra hombres como Floyd y Bosa”, compartió.

Los Niners dejaron ir al también mexicano Alfredo Gutiérrez, quien al igual que Isaac, fue parte del programa internacional entre 2021 y 2023. Y tan pronto se marchó de la Bahía, Alarcón ha tomado su lugar en el equipo de prácticas, donde mantiene vigente ese espíritu mexicano en el vestidor.

“Es una bendición, una chulada. Yo estoy enamorado de mi país, siempre que te topas aquí a algún hispano, les pregunto su historia, cómo se vinieron para acá o por qué migraron. Siempre es bonito cuando conoces a alguien que es de los míos. Su apoyo a mí me alienta y me da mucha energía de querer seguir haciendo esto por ellos”, indicó.

Finalmente, porque las comparaciones son inevitables, sobre todo cuando se trata de un par de franquicias exitosas en la liga, Isaac Alarcón compartió las diferencias que encontró al llegar con los Niners, tras su paso por los Boys.

“Creo que la mentalidad es diferente, desde el approach que tiene, es un equipo que este año estuvo en el Super Bowl y te das cuenta que todavía tienen ese polvo de Super Bowl dentro de ellos, en la forma en que entrenamos todos los días, cómo comemos, en las juntas, los detalles todos son minuciosos entonces te das cuenta que esa excelencia está en los detalles y seguro este año volvemos a llegar”, sentenció.