Islas de calor en CDMX: ¿Qué son, cómo impactan y en qué alcaldías se sienten más?

Descubre qué son las islas de calor urbanas, cómo afectan distintas zonas de la Ciudad de México y por qué se sienten más intensas en alcaldías con menos áreas verdes


Islas de calor en CDMX
Arte de Canva

En las grandes ciudades, como la Ciudad de México, es común notar que el calor se siente más intenso que en zonas rurales. Este fenómeno se conoce como “islas de calor urbanas”, y ocurre cuando materiales como el concreto, el asfalto y los techos oscuros absorben y retienen el calor solar durante el día, liberándolo lentamente por la noche. Esto provoca que ciertas áreas urbanas sean significativamente más calurosas que otras regiones cercanas menos desarrolladas.

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Uno de los factores que intensifica este efecto es la falta de vegetación. En muchas zonas urbanas hay escasez de árboles y espacios verdes que ayuden a regular la temperatura. A esto se suma la actividad humana: automóviles, aire acondicionado, fábricas y hasta la densidad de edificios hacen que el calor se concentre, convirtiendo las calles en auténticos hornos. Afortunadamente, hay estrategias en desarrollo para mitigar este problema.

 ¿En qué alcaldías de la CDMX afecta el clima extremo?

En mayo, es el mes más cálidos del año en la capital mexicana, las islas de calor son más evidentes. Alcaldías como Iztapalapa, Tláhuac y Gustavo A. Madero registran temperaturas hasta 8°C más altas que otras zonas, según el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva. Estas áreas, caracterizadas por menor cantidad de parques y árboles, sufren más por la falta de refrigeración natural en su entorno.

Una de las soluciones más planteadas es incrementar las áreas verdes, pero no de forma aleatoria. Se trata de diseñar espacios con vegetación que ayude a enfriar el ambiente mediante un proceso llamado evapotranspiración, donde las plantas liberan humedad, refrescando el aire de forma natural. Estos proyectos también pueden mejorar la calidad de vida en general, ofreciendo sombra, aire más limpio y espacios recreativos.

Víctor Barradas, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, ha destacado que el tipo de vegetación también importa. Propone elegir especies que actúen como una suerte de aire acondicionado natural, ayudando a mantener la frescura en entornos urbanos y reduciendo el uso de energía. Estas iniciativas además ayudan a combatir los efectos del cambio climático de forma local.

En lo personal, es importante tomar precauciones para cuidar la salud en estos entornos calurosos. Mantenerse hidratado es clave: toma agua regularmente aunque no sientas sed. También es recomendable usar protector solar, evitar la exposición prolongada al sol directo y limitar actividades físicas intensas durante las horas más calurosas del día.

Por último, mantener una buena ventilación en casa o en el lugar de trabajo puede hacer la diferencia. Abrir ventanas, utilizar ventiladores y proteger vehículos del sol con lonas son acciones pequeñas pero útiles. Aunque el calor urbano no desaparecerá de inmediato, con una combinación de esfuerzos colectivos e individuales es posible aliviar su impacto.