Un Javier Aguirre cansado, molesto y hasta harto, salió a dar la cara ante la prensa, luego de la derrota ante Paraguay con la que hiló seis juegos sin ganar y cerró el 2025 con una derrota que lo dejó claramente preocupado de qué es lo que le viene a la Selección Mexicana a siete meses del inicio de la Copa del Mundo.

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“Tranquilo no puedes estar cuando no ganas; (estoy) intranquilo porque veo cosas que no me gustan, piensas que ya hay cosas que las superaste y con el resultado negativo ves que no hay tal. La derrota nos enseña que no estamos aún, vamos por el camino correcto, pero no estamos donde quisiéramos estar”, dijo el Vasco con un semblante de decepción.

“Hay jugadores que no pueden y no les alcanza“

Al término de la última Fecha FIFA del año y si bien lo ha dicho en varias ocasiones previas, a Javier Aguirre definitivamente le quedó ya claro que esta generación de futbolistas mexicanos es de baja calidad.

Quizá eso es lo que más le puede a un técnico sumamente experimentado, que si no sucede nada raro de aquí al 11 de junio será por tercera vez en una Copa del Mundo, el técnico de la Selección Mexicana.

Pero la diferencia es que en comparación al 2002 y 2010, esta generación de futbolistas mexicanos, pinta para ser la de más bajo nivel que disputará una justa mundialista, y de máxima exigencia por ser en casa.

“No voy a individualizar porque no debo hacerlo, no quiero tampoco; pero sí está claro que hay jugadores que te demuestran que pueden y quieren y otros que quieren pero quizá no pueden y no les alcanza“.

“Solo con victorias volverán a creer en nosotros“

Por último, Javier Aguirre consideró que la única manera en la que pueden recuperar la confianza de la afición de aquí al 11 de junio en la Copa del Mundo, es si logran victorias; no hay otro camino.

“Con victorias es como la gente volverá a creer en nosotros, no hay más; el resultado negativo no le gusta a nadie, y menos a la gente que gasta su dinero. No le gusta ver a su país perder, está clarísimo, es una labor que tenemos de aquí al Mundial, recuperar el ánimo de la gente. Es un debe que tenemos y hay que trabajar en ello; de repente no importa mucho el cómo, importa el resultado y más en tu casa y tu gente“.