No hay nada que justifique una agresión física como la que sufrió Javier Aguirre al término del juego en Honduras. Aunque también, el Vasco se enganchó durante el partido con la afición hondureña y les hizo señas obscenas.

Se sabe que el veterano entrenador mexicano es de mecha corta y ante la presión de los aficionados locales, quienes lo increparon durante todo el cotejo, Aguirre no aguantó más y les hizo señas obscenas mientras estaba en la zona técnica.

Videos registraron también cómo el técnico mexicano, de pronto volteó hacia el graderío y les gritó: “Son unos hijos de put*” a los aficionados hondureños, quienes buscaron provocar todo el encuentro al técnico y este cayó redondito.

“Es futbol y no soy de quejarme”; Aguirre minimizó la agresión

Ya en la conferencia de prensa, Javier le dio mínima importancia a la agresión sufrida, la cual le provocó una herida que de inmediato le provocó un sangrado en la cabeza.

“Nada, es futbol (la agresión). Y yo creo que el cauce del partido fue limpio, fue aguerrido. Ellos merecieron ganar; estuvieron mejor que nosotros en las áreas, no me queda más que felicitarlos y tratar de levantar el ánimo del equipo.

“Lo otro me parece que no tiene caso ni mencionarlo, es futbol y no soy de quejarme. No pasa nada, pienso que es un partido más, hay que reponernos, reorganizarnos”.

Ya en cuanto al resultado de la Selección Mexicana, que una vez más dio vergüenza ante un equipo de bajo nivel como el hondureño, Aguirre precisó que no merecían perder por dos goles, pero confía en levantarse el martes en Toluca.