Una noche épica y cargada de emociones en Washington, DC. John Cena, el legendario 17 veces campeón mundial de la WWE, se despidió para siempre de los cuadriláteros en el evento estelar del ‘Saturday Night’s Main Event’, ante casi veinte mil aficionados entregados que rugían sin descanso en apoyo a su ídolo estadounidense.

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Pero el sueño se convirtió en una amarga pesadilla cuando Gunther, ‘El General del Ring’, arruinó la fiesta al forzar la rendición de John Felix Anthony Cena en un combate brutal, intenso y desgarrador, que puso a prueba los límites físicos de ambos gladiadores.

El show en la capital de Estados Unidos giró completamente en torno a Cena, cuya fama ha trascendido con creces los encordados. Estrellas del deporte y el entretenimiento enviaron mensajes conmovedores de despedida, mientras que las grandes figuras del pasado y presente de la WWE llenaron la arena con su presencia.

Sin embargo, Gunther, el intruso implacable, sabía que esta era la batalla de su vida. No iba a dejar escapar la oportunidad… ¡y la aprovechó con ferocidad!

Desde la campana inicial, en un duelo a una sola caída, el austriaco atacó como un toro enfurecido. Con una lluvia de azotones demoledores y golpes de antebrazo que resonaban como truenos, el gigante europeo comenzó a desgastar al estadounidense, mucho más bajo en estatura.

Pero Cena contraatacó con sus clásicas Flying Shoulder Blocks, volando como un misil para derribar al coloso.

Fue una guerra sin piedad. Golpe por golpe, ninguno cedía terreno. La acción explotó fuera del ring cuando Gunther intentó estrellar a Cena contra la mesa de comentaristas… ¡pero el intento le salió caro! Cena revirtió y proyectó al europeo con furia, dejando a ambos exhaustos.

Lastimados y jadeantes, regresaron al cuadrilátero, en el que se lanzaron en plancha suicida desde la tercera cuerda en momentos de puro corazón y riesgo.

Gunther intentó una y otra vez someterlo con su letal ‘Dormilona’, pero Cena escapaba una tras otra, resistiendo como el guerrero eterno que es. Hasta que, tras un intercambio brutal desde las cuerdas, con el múltiple campeón en la lona, Gunther lo atrapó perfecto: piernas envolventes y un candado asfixiante a la cabeza. Cena luchó con todo, pero no pudo liberarse. ¡Y tocó el brazo de su rival en señal de rendición!

Muchos aficionados explotaron en llanto ante el final inesperado.

Pero después del combate, tras despedir a Gunther con una sonora rechifla, los aficionados que agotaron las entradas se pusieron de pie para ovacionar al héroe que cerró una de las carreras más legendarias e impactantes en la historia de la WWE.

¡Gracias, John Cena! Tu legado vivirá por siempre.