Luka Dončić recuperó su mejor versión pero ni siquiera así los Dallas Mavericks pudieron descifrar a unos Boston Celtics que se han convertido en una máquina de perfección. Jayson Tatum no estuvo fino, pero Jrue Holiday y Jaylen Brown cargaron con el equipo para asegurar una victoria por 105-98 en el Juego 2 de las Finales de la NBA. Ahora tienen una ventaja cómoda para trasladar la serie a Texas donde buscarán cualquier descuido de los locales para dar otro paso hacia el Larry O’Brien.

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Boston ganó el Juego 1 tras construir una cómoda ventaja que llegó a estar en 58-29 en el segundo cuarto y nunca permitió que Dallas se acercara a partir de ahí. La quinteta texana lució más fuerte el domingo cuando el esloveno tomó el control con un esfuerzo de 23 puntos en la primera mitad. Después de anotar 12 puntos en el Juego 1, Kyrie Irving anotó 10 en el entretiempo mientras Boston tenía pocas respuestas para frenar al dúo dinamita.

Pero los Celtics se las arreglaron para lograron abrir una ventaja de 54-51 en el medio tiempo pese a que disparaban tres de 15 desde larga distancia. Los irlandeses apretaron los tornillos en defensa para abrir el tercer cuarto y tomaron el control del partido. Las pérdidas de balón de Dallas, muchas de ellas de Dončić, se convirtieron repetidamente en puntos en el otro extremo.

Los Celtics ampliaron su ventaja a 83-74 en un tercer cuarto que fue coronado por un triple milagroso del base suplente Payton Pritchard. Ya en el último cuarto, la defensa de Boston tenía el control y sus tiros de tres puntos volvieron a estar en forma. Un triple de Derrick White amplió la ventaja de los Celtics a 103-89 en los últimos minutos del último cuarto.

Los Mavs lograron una racha tardía de 9-0 para reducir la ventaja de Boston a 103-98 con 55.1 segundos restantes. Pero finalmente, la gesta heroica no se consumó en TD Garden gracias a Jrue Holiday, quien tomó las riendas de la ofensiva en el juego. El ex All-Star y campeón con los Milwaukee Bucks es un jugador destacado en una ofensiva de los Celtics que puede contar con cualquiera de sus titulares y ahora sexto hombre, Kristaps Porzingis, para hacerse cargo en cualquier noche.

Fue el turno de Holiday el domingo en posiblemente su mejor salida ofensiva de la temporada.
El ex Buck hizo flotar la ofensiva de los Celtics en el entretiempo con 17 puntos. Terminó el juego con 26 puntos y 11 rebotes, el máximo del equipo, además de tres asistencias, un robo y un bloqueo. Sin duda, la pieza que faltaba para que estos Celtics se convirtieran en el equipo a vencer en la liga.