MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

La 95th Avenue de Oakland, California, está a solo unas cuadras de la Bahía de San Leandro, un barrio latino donde se crió Juan Toscano Anderson. A unos 130 kilómetros de distancia de casa, el basquetbolista californiano de madre mexicana encontró una nueva oportunidad para regresar a la NBA, cuando parecía que su ciclo en la máxima liga de baloncesto mundial había terminado. Pero gracias a la tenacidad mostrada con Capitanes CDMX en la G-League, los Sacramento Kings lo han devuelto al ruedo.

Toscano salió al Golden 1 Center para su primer partido con los Kings con su inseparable 95 en la espalda, ese mismo número que tomó del nombre de la calle donde creció —a una hora y cuarto de Sacramento— y con el que ha honrado sus raíces desde que tuvo su primera oportunidad en la liga con Golden State Warriors y luego con Los Ángeles Lakers y Utah Jazz.

“Significa todo, el estar en la liga, luego no estar y después tener otra oportunidad. Las segundas oportunidades no vienen muy seguido en la vida, así que estoy agradecido. Construiré la confianza y reportaré a Mike Brown, él pudo haber elegido a cualquiera en el mundo para darle una oportunidad y me eligió a mí así que estoy agradecido por ello”, dijo el mexicano tras disputar dos minutos en su debut con los Kings, donde registró dos rebotes y una asistencia pero se fue en blanco en puntos.

La vida le dio al alero de 30 años de edad una revancha precisamente ante el último equipo con el que tuvo participación en la liga antes de ser relegado al campeonato de desarrollo con el equipo de la capital mexicana. Sacramento derrotó al Jazz por 125-104 y el seleccionado nacional emergió de entre sus cenizas para demostrar su inquebrantable resiliencia.

“Así es la vida. Creo que a veces las personas tienen esta fe en que la vida es todo duraznos y crema y eso no es realista. Así que mi visión fue más realista para darme cuenta que son altos y bajos, estoy agradecido de estar sano y seguir en el juego con esta nueva oportunida. Estaba abrazando el poder tener esa oportunidad y era en lo único que estaba enfocado en ese momento. Cuando recibí la noticia (de su regreso a NBA) estaba sobremotivado, sorprendido, emocionado”, comentó.

Toscano Anderson ha paladeado los altibajos de ser jugador de baloncesto al más alto nivel. Después de no ser reclutado en el Draft, y luego ser degradado a la G-League para encontrar nuevamente su camino de regreso a la NBA, Juan lo ha experimentado todo para mantenerse vigente en la liga. En cuatro temporadas en la NBA, pasó tres de ellas con los Warriors, e incluso formó parte de su campeonato de 2022. Luego logró hacerse con un lugar en la plantilla de los Lakers, pero no fue por mucho tiempo, ya que Los Ángeles lo cambiaron al Jazz como parte del intercambio que envió a Mike Conley a Minnesota y a D’Angelo Russell a la Crypto.com Arena.

Desafortunadamente, su tiempo con el Jazz no duró y encontró cabida con los Capitanes, donde promedió 19.4 puntos, 5.4 rebotes, 3.5 asistencias y 1.5 robos en 11 partidos. Con su tenacidad y resistencia, se ha ganado otra oportunidad de demostrar su valía gracias a la confianza de Mike Brown, quien fue elegido como el Mejor Entrenador del Año de manera unánime (primero de la historia con esa condición), la temporada anterior.

Brown fue asistente de Steve Kerr en los Warriors desde la temporada 2016-2017 hasta que fue elegido para comandar a los Kings en la 2022-2023. En ese lapso coincidió con Juan Anderson, por lo que no lo dudó dos veces cuando se vio en la necesidad de reforzar a su equipo con un alero de su confianza.

“Es genial porque no estoy tratando de demostrarme o probar algo que no soy. Mike Brown me conoce bien, estuve en Golden State por cinco años entre G-League y en el top así que sabe exactamente quién soy, entonces no es como venir aquí y tratar de ser alguien que no soy. Ellos saben lo que tienen de mí y yo sé lo que piden así que solo espero entrar ahí y elevar a este equipo. Creo que puedo aportar muchas intensidad, versatilidad en la duela, puedo jugar uno contra uno, tengo juego desde el tiro de tres y liderazgo y mucho trabajo duro”, afirmó.

Juan, cuya madre es originaria de Michoacán y su padre de Puerto Rico, vio en primera fila cómo Keegan Murray tuvo una actuación histórica para la organización californiana con una exhibición de 47 puntos y 12 de 13 en triples. Con ello, rompió el récord de la franquicia que ostentaba Buddy Hield con 12 triples, y de paso, se erigió como el primer jugador en la historia de la liga en meter 11 triples consecutivos.

Con sus 12 triples, Murray se ha quedado a tan solo dos del récord absoluto de Klay Thompson con 14. A la espera de que Keegan siga encendido, el mexicano no ocultó su deseo porque rompa la marca absoluta de su excompañero en Warriors.

“Honestamente quiero que rompiera el récord. Tuve la suerte de mirar a Steph (Curry) romper el récord de más tiros de tres anotados, fui compañero de LeBron cuando rompió el récord de más puntos así que tengo razones egoístas para querer que rompa el récord y poder decir que estuve ahí cuando lo hizo. Es emocionante el cómo a menudo pasan cosas sí alrededor y la gente tiene oportunidad de hacer historia y estoy feliz por él, es increíble lo que ha hecho en solo una o dos temporadas y es emocionante ver a jóvenes jugadores hacer esas cosas”, puntualizó.