La comparecencia de Kristi Noem en la Cámara de Representantes de Estados Unidos tensó la discusión sobre narcotráfico y seguridad interna, porque la secretaria de Seguridad acusó al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación de causar caos y afectar intereses de su país.

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Durante su intervención incluyó la afirmación de que esos grupos dañan al pueblo estadounidense y agravan riesgos vinculados con tráfico de drogas, fentanilo, violencia e incluso ataques cibernéticos.

Un pasaje clave de su declaración incluyó la frase “causan caos y perjudican los intereses estadounidenses”, con la cual apuntó a organizaciones criminales transnacionales que, según dijo, operan con agresividad en el tráfico de drogas y otros delitos.

Ese discurso se enlazó con una narrativa de seguridad nacional en la que Trump ha ordenado acciones en el Caribe, incluidas incautaciones de embarcaciones y la confiscación de un petrolero que transportaba crudo venezolano con supuestos vínculos ilícitos.

Los legisladores demócratas respondieron con críticas severas y señalaron que la política de deportaciones del Gobierno de Trump empeoró la situación de seguridad y expuso a comunidades migrantes a abusos y desprotección.

El congresista Bennie Thompson acusó a Noem de mentir, de usar recursos públicos para fines ajenos a la misión institucional y de mantener a Estados Unidos menos seguro, por lo que exigió su renuncia de manera directa.

Shri Thanedar respaldó esa petición, lo que llevó a Noem a responder que interpretaba ambos llamados como una muestra de apoyo a su labor dentro del gabinete, en un gesto que elevó aún más el tono de la confrontación.

La secretaria sostuvo sus acusaciones contra los cárteles y defendió la estrategia de Donald Trump, mientras crecían especulaciones sobre un posible relevo en el Departamento de Seguridad Nacional que el presidente desestimó al afirmar que está “muy contento con ella”.

La sesión cerró sin acuerdos y dejó a Noem en el centro de una disputa que mezcla narcotráfico, migración y pugnas políticas, con un Congreso dividido sobre la conducción de la seguridad nacional.