La pesadilla de los Kansas City Chiefs se consumó en el SoFi Stadium, cuando además de quedar fuera de los Playoffs de la NFL, perdieron a su máxima figura. Patrick Mahomes sufrió una ruptura del ligamento anterior cruzado, lesión que lo deja fuera del resto de la temporada y marca uno de los momentos más duros en la era reciente del equipo.

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Las imágenes del mariscal de campo sujetándose la rodilla izquierda anticipaban lo peor. Horas después, los estudios confirmaron el diagnóstico que nadie en Kansas City quería escuchar. El propio Andy Reid, entrenador en jefe, reconoció tras el partido que la lesión “no se veía bien”, mientras que Mahomes expresó su dolor en redes sociales antes de conocer el resultado oficial.

La ausencia de Mahomes no solo afecta los últimos partidos sin implicaciones deportivas, sino que sacude la estructura de los Chiefs de cara a la próxima temporada. Por primera vez desde 2014, la franquicia quedó eliminada de la postemporada y, además, enfrenta un futuro inmediato lleno de incógnitas.

En el corto plazo, Gardner Minshew asume el rol de quarterback titular, aunque su continuidad es incierta al ser agente libre. En ese contexto aparece el nombre de Chris Oladokun, un mariscal que ha vivido entre el equipo de prácticas y la plantilla principal, y que podría recibir minutos decisivos para definir su permanencia en la NFL.

La derrota ante Los Ángeles Chargers no solo significó el adiós a los Playoffs, sino también el cierre de una racha histórica: Mahomes había alcanzado al menos el Campeonato de la AFC en cada temporada como titular desde 2018. El marcador 13-16 quedó como símbolo del final de una etapa dominante para Kansas City.