Redacción Ovaciones
Foto: Reuters
Michael Jordan es considerado por muchos como el mejor jugador de la NBA de todos los tiempos. Su carrera profesional estuvo marcada por el número 23, que lució en su camiseta durante la mayor parte de su trayectoria.
La historia del número 23 de Michael Jordan se remonta a su infancia, cuando jugaba al baloncesto con su hermano mayor Larry, a quien admiraba profundamente. Larry usaba el número 45 en su equipo, y Michael quería seguir sus pasos.
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Sin embargo, cuando Michael llegó al equipo de la escuela, no pudo usar el mismo número que su hermano, porque ya estaba ocupado.
Entonces, decidió usar el número 23, que era la mitad de 45, redondeando la cifra. De esta forma, Michael expresaba su deseo de ser al menos la mitad de bueno que su hermano.
“Cuando jugaba con mi hermano en la escuela, mi número favorito era el 45, y el suyo también. Pero estábamos en el mismo equipo. Él era el mayor y tenía más antigüedad en el equipo. Eligió el 45 y yo el 23, que era la mitad (redondeando la cifra). Me quedé con el 23 y me acompañó todo el tiempo”, Michael reveló esta anécdota en una entrevista para el videojuego NBA 2K14,
El símbolo de su grandeza
El número 23 se convirtió en el distintivo de Michael Jordan, que lo llevó durante su exitosa carrera con los Chicago Bulls, con los que ganó seis campeonatos de la NBA y obtuvo numerosos reconocimientos individuales, como 10 títulos de máximo anotador y 5 premios de Jugador Más Valioso de la temporada.
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El número 23 también fue el que usó en su participación en los Juegos Olímpicos de 1984 y 1992, donde ganó la medalla de oro con el equipo de Estados Unidos.
Además, fue el que lució en su breve paso por el béisbol, cuando jugó con los Birmingham Barons, una filial de los Chicago White Sox.
El número 23 se volvió tan icónico que los Chicago Bulls lo retiraron en su honor, y muchos otros jugadores de la NBA lo han usado como una forma de rendirle tributo a Michael Jordan. Algunos ejemplos son LeBron James, Anthony Davis y Jimmy Butler.
La elección del número 23 de Michael Jordan no solo fue un homenaje a su hermano Larry, sino también un símbolo de su propia grandeza y determinación en la cancha. Michael Jordan demostró que no solo era la mitad de bueno que su hermano, sino que era el mejor de todos.
