La enfermedad renal crónica y su abordaje nutricional

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La Organización Mundial de la Salud estima que el 10 por ciento de la población en el mundo vive con Enfermedad Renal Crónica (ERC). Es un problema de salud pública, en el cual los riñones tienen una función disminuida, que se diagnostica por una Tasa de Filtrado Glomerular (TFG) ≤60 ml/min/1,73 m2 durante al menos tres meses.

A medida que disminuye la TFG, empeora el pronóstico y calidad de vida de los pacientes por complicaciones cardiacas ya que el corazón de una persona que vive con ERC, necesita bombear la sangre con más fuerza para que llegue a los riñones, quienes son responsables de eliminar desechos por orina, mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, fabricar hormonas como eritropoyetina y renina, que produce glóbulos rojos para transportar oxígeno y regula la presión arterial, respectivamente.

Las complicaciones cardiacas pueden disminuir si se previene, detecta e interviene a tiempo sobre los padecimientos que aceleran la ERC como: obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia y ácido úrico elevado. Por lo anterior, es necesario el tratamiento no farmacológico mediante una alimentación saludable.

El IMSS cuenta con personal Nutricionista Dietista para el tratamiento de esta enfermedad, cuyo  objetivo es promover una alimentación saludable de acuerdo con las necesidades de cada paciente, moderando el consumo de calorías para alcanzar o mantener un peso saludable y la ingesta de  proteínas, por lo que se recomienda consumir pescado, pollo sin piel, carne magra de cerdo y res, preparándolos asados, horneados o cocidos y evitar embutidos, ahumados magra, enlatados, crema, mayonesa, margarina, mantequilla, manteca, tocino, frituras, empanizados, capeados y comida rápida o de fácil preparación por su alto contenido de grasa saturada, colesterol y sodio.

Consumir verduras, frutas naturales, cereales integrales y leguminosas que aportan vitaminas, minerales y fibra que brinda saciedad y favorece la digestión. Evitar el consumo de refrescos, jugos, néctares, mermelada, pasteles, galletas, pan dulce, postres entre otros alimentos y bebidas industrializadas por su alto contenido en azúcar y sodio. Emplear condimentos naturales como ajo, cilantro, perejil, cebolla, epazote, hierbas de olor para aumentar el sabor en los platillos y disminuir el consumo de sal.

Evita o retrasa la progresión de la ERC y favorece cifras normales de glucosa, triglicéridos, colesterol y presión arterial, con una alimentación saludable diaria, el consumo de agua simple y ejercicio regular.

Por lo anterior, es necesario acudir a su Unidad de Medicina Familiar para su Chequeo Anual PrevenIMSS; consulta con el Médico Familiar y Nutrición quien entregará un plan de alimentación personalizado y brindará la sesión educativa NutrIMSS para ayudar a mejorar tus hábitos de alimentación.

División de Promoción a la Salud, Área de Nutrición y Salud del IMSS

Itzel Valtierra Martínez