Pekín, 1 abr (EFE).- El debut del primer piloto chino en la Fórmula 1, Zhou Guanyu, no ha pasado inadvertido en el gigante asiático, donde este deporte ha comenzado a levantar un inusitado interés, especialmente en las redes sociales.
No obstante, la llegada del piloto chino todavía no se ha correspondido con un “pelotazo” en China, donde ni Tencent Sports -que anteriormente tenía los derechos en exclusiva para emitir las carreras en sus plataformas de ‘streaming’- ni la cadena estatal CCTV emitieron en directo su debut, que solo pudo verse en algunas televisiones provinciales.
Según recoge el portal local Baidu, las plataformas ven con recelo los cada vez más altos precios exigidos para retransmitir deportivos populares en occidente pero que, en algunas ocasiones, han pasado sin pena ni gloria por China, aunque algunos expertos sí prevén que el “efecto Zhou” cambie las cosas a medio plazo.
Quienes sí se han subido al carro del automovilismo son empresas chinas como Lenovo, que hace un par de semanas anunció un acuerdo para convertirse en patrocinador oficial de la Fórmula 1 a partir de esta misma temporada.
Según el acuerdo, la marca empleará su tecnología en las operaciones del campeonato y sus dispositivos se integrarán en la organización, una operación llamada a aumentar la visibilidad del mayor vendedor mundial de ordenadores, según sus portavoces.
Mientras, en la escudería con la que Zhou compite en la Fórmula 1, Alfa Romeo, ya se frotan las manos con la llegada del piloto shanghainés, a quien patrocinan los conglomerados chinos Guanyu Holding y Hengi Group, además de otras marcas europeas como la suiza Hublot, la alemana Puma o la holandesa Playseat.
“Es una gran oportunidad. Tenemos que pensar en cómo atraer más patrocinadores”, comentó antes de la prueba el responsable del equipo italiano, Fred Vasseur.
Según Vasseur, es de esperar que, al margen de empresas chinas, las europeas entren en el futuro a patrocinar su equipo con el objetivo de ganar visibilidad en el mercado chino.
CHINA, TRES AÑOS SIN GRAN PREMIO
Otra de las razones por las que la atención por la Fórmula 1 en China se ha estancado es la suspensión del Gran Premio de Shanghái, que se vio obligado a renunciar a formar parte del calendario en los años 2020, 2021 y 2022 debido a las fuertes restricciones de China para frenar la pandemia, que incluyen el cierre casi total de las fronteras del país para los extranjeros.
Por su parte, el consejero delegado de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, expresó recientemente que la competición sigue contando con China y su Gran Premio de Shanghái hasta al menos 2025, recordando que los espectadores que acudieron al GP de 2019 habían crecido un 30 por ciento en comparación con el año anterior.
La FIA no solo espera incluir de nuevo a China en el calendario “tan pronto como las condiciones lo permitan”, sino que Domenicali también mostró el pasado noviembre su interés en que el país asiático albergue “una segunda carrera” en vistas del potencial impacto de Zhou.
A la espera de que el Gran Premio de Shanghái pueda volver en 2023 -si las circunstancias pandémicas lo permiten-, los fans chinos al automovilismo se tendrán que conformar con ver a Zhou a través de resúmenes -la diferencia horaria de la mayoría de las carreras tampoco ayuda- o por Internet, donde el debut del piloto en Baréin no pasó desapercibido.
Hasta 260 millones de personas leyeron en la red las publicaciones sobre su primera carrera, en la que terminó en décima posición, consiguiendo así su primer punto. En total, unos 55.000 usuarios alabaron su desempeño durante la carrera.
“No me puedo creer que acabe de ver a un piloto chino pasar a Hamilton”, comentó un usuario en la red social Weibo -equivalente chino de Twitter, censurado en el país-.
A sus 22 años, el piloto está llamado a abrir camino en el deporte chino como lo hicieran en su día la tenista Li Na -primera ganadora de un Grand Slam en 2011- o el baloncestista Yao Ming -primer debutante en la NBA en 2002-, aunque los seguidores de Zhou, o Joe, como se le conoce en el ‘paddock’, son todavía muy prudentes.
Según algunos de los comentarios en Weibo, mirarán con lupa su evolución para ver si “aprovecha” su inusual oportunidad, pues muy pocos en China pueden permitirse marcharse a Sheffield con 12 años para forjarse una carrera automovilística en el más alto nivel.
“Conseguir mi primer punto en la Fórmula 1 en mi debut es algo que hace un año, o hace un par de semanas, solo podía soñar”, comentó Zhou tras su primera carrera, con la que espera haber probado su valía ante quienes dudaban de su calidad.