La Gran Hermosa Ley. Así bautizó Trump su nuevo megaproyecto presupuestal. Un nombre que opaca sus implicaciones para millones de migrantes, familias de bajos ingresos y, de paso, para la economía mexicana.
Mientras en Estados Unidos se anuncian recortes de impuestos y beneficios fiscales a empresas y ricos, en este lado de la frontera se prepara una factura que alcanzará a miles de hogares.
LOS RECORTES
El paquete aprobado es un cambio de reglas que puede dejar sin cobertura médica, sin asistencia alimentaria y sin red de apoyo a millones de personas.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso estadounidense, casi 12 millones perderán Medicaid, el programa que paga consultas y medicinas a familias de bajos ingresos, incluidos muchos latinos que deberán cumplir con nuevos requisitos. Quien no lo haga perderá la cobertura, sin importar si es madre o padre soltero, cuidador o adulto mayor.
También se calcula que más de 2 millones de niños perderán total o parcialmente los cupones de comida (SNAP), vitales para familias migrantes que viven al día.
LAS REMESAS
Otra pieza clave es el nuevo impuesto del 1% a las remesas. Cada dólar enviado en efectivo, en cheque o giro postal al extranjero será afectado. Sheinbaum prometió que su gobierno reembolsará ese 1% si se usa la tarjeta de la Financiera para el Bienestar, pero nadie sabe cuántos migrantes podrán adaptarse a ese mecanismo.
En 2024, las remesas superaron los 64 mil millones de dólares, más que el presupuesto en educación y programas sociales, juntos. Estos envíos sostienen alimentación, salud y gastos educativos de miles de familias.
La otra cara de la ley es el aumento del presupuesto antimigratorio. Trump logró que se aprueben más de 100 mil millones de dólares para reforzar ICE, duplicar centros de detención y contratar miles de agentes.
Para México, esto significa un riesgo real de deportaciones masivas y un flujo de personas que podrían saturar los servicios sociales en los estados receptores. Miles pueden ser detenidos, separados de sus hijos o devueltos a un lugar que no conocen.
ESPEJISMO ECONÓMICO
El paquete fiscal trae incentivos para que las empresas mantengan o muden su producción a Estados Unidos: deducciones de impuestos, créditos energéticos y menos regulaciones.
Marcelo Ebrard dijo que el nearshoring seguirá creciendo porque México ofrece mano de obra accesible y cercanía logística.
Pero las grandes empresas deciden con la calculadora en la mano. La reducción de impuestos y la simplificación de trámites al otro lado de la frontera pueden hacer que parte de las inversiones previstas se vayan. Eso pegaría en empleos, exportaciones y crecimiento.
LA GRAN FACTURA
La Gran Hermosa Ley es, en los hechos, un paquete que sube el costo de vivir en Estados Unidos si eres migrante o trabajador con pocos ingresos.
Es un plan que gasta fortunas en control fronterizo y proyectos militares, mientras recorta en comida, salud y asistencia básica.
Para México, sus efectos pueden traducirse en tres consecuencias concretas:
- Más familias en incertidumbre por su acceso a salud y trabajo.
- Más riesgo de deportaciones que saturen la frontera.
- Más presión sobre la economía si las inversiones se frenan… o se van.
Y, sobre todo, la certeza de que las decisiones tomadas en Washington se sienten en los hogares de Michoacán, Oaxaca o Chiapas, donde un sobre con 200 dólares puede hacer la diferencia entre sostenerse o caer.
EL DATO INCÓMODO
En junio se perdieron 46 mil 378 empleos formales y en tres meses suman 139 mil plazas eliminadas, según el IMSS.
ECONEl empleo creció apenas 0.03% anual. Casi nada.
Es el nivel más bajo desde la pandemia. Más señales de alerta.



