El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), reitera la necesidad de que México tenga un entorno que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, en un ambiente de expectativas claras de crecimiento y supervivencia, además de propiciar una percepción positiva y de certidumbre del ambiente de negocios.

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No obstante, señala que México se encuentra muy por debajo de la certidumbre y facilidades que otorgan países como Chile, Brasil, Argentina o Colombia.

En ese sentido, sostiene que la relocalización ha puesto a México en una posición privilegiada a nivel mundial; pero “las oportunidades que ofrece este proceso no son eternas. Se debe tener en consideración que la relocalización puede generar beneficios importantes y duraderos para toda la población, siempre y cuando exista un entorno sólido de estado de derecho, una mayor protección de los derechos de propiedad y un sistema financiero más desarrollado.

México adolece de los dos primeros aspectos, lo que podría reducir su atractivo como destino de la inversión”.

Lo anterior se debe tomar en consideración, indicó el organismo en su análisis semanal, más aún cuando con los últimos datos del crecimiento de la economía, la inflación y el crecimiento del consumo en el país, “es evidente que la economía de México no mejora y no hay señales de que lo haga en el corto plazo”, por lo que, “con el objetivo de alcanzar y mantener un mejor desempeño de la actividad productiva es necesario una política pública que considere diversos frentes”, señaló.

Y es que, las recientes encuestas de expectativas anticipan un crecimiento de 1.5% del PIB para 2024, muy por debajo del avance de 3.0% que se preveía en el marco macroeconómico del Precriterios 2025 publicado en abril pasado; y para el próximo año, el pronóstico de crecimiento ya se ubica por debajo del 1.5 y 1.0%, frente a la estimación oficial de 2.5 por ciento.

El INEGI informó que, de acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) cayó 0.1% en septiembre; y su tasa de crecimiento anual se ubica en solo 0.5%, la más baja desde marzo del 2021.

En cuanto a la inflación, hay resistencia a la baja, luego de que en la primera quincena de octubre los precios al consumidor aumentaron 0.43%, y la inflación anual pasó de 4.50% en la segunda quincena de septiembre a 4.69% en la primera de octubre.

Y en el consumo, los avances son moderados, pero en su comparación anual, las ventas minoristas se mantuvieron en terreno negativo al mostrar una caída de 0.8%, acumulando tres meses consecutivos a la baja.

“Es importante insistir en un entorno que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, en un ambiente de expectativas claras de crecimiento y supervivencia, y propiciar una percepción positiva y de certidumbre del ambiente de negocios”, puntualizó el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).