Cuando se conformó Raptors del Valle de México para disputar el primer Torneo Nacional de Flag Football Femenil LFA a nivel profesional de la historia en el país, el equipo no alcanzó a llenar todo el cupo de jugadoras permitidas. Fue así que encararon la competencia con 13 chicas de las 15 que se podían registrar en el roster. Una de ellas era Jimena Serafín, quien conoció el tochito en la FES Acatlán gracias a su hermano, pero quedó asombrada cuando supo que ahora como profesional tenía un fisioterapeuta de tiempo completo.
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Otra de ellas, Estephanie Solís, había llegado por casualidad al flag football, cuando la invitaron a sumarse al equipo de porristas de los Centinelas. Pero por cuestiones del destino, ese día la entrenadora no llegó y una amiga la animó a entrenar con el equipo de tochito bandera. Y jamás lo dejó. Ahora, como jugadora profesional de Raptors fue parte de la historia al ganar el torneo celebrado los pasados días 5 y 6 de octubre en el Estadio Reyes COMUDE de Guadalajara, donde participó sin saber que estaba embarazada.
“Justamente estoy celebrando doble porque hace dos semanas me enteré que estoy embarazada. No sabía que así estaba jugando el torneo, pero habíamos dos jugadoras en el campo y estamos celebrando. Estoy contenta por eso y por poder ser parte de este gran equipo. Igual tenemos un festejo pendiente porque no somos obviamente de Guadalajara, somos de Ciudad de México y terminamos el domingo y viajamos el lunes a México, entonces quedó pendiente nuestro festejo. Vamos a disfrutarlo mucho, es el primer torneo y somos las primeras campeonas”, contó a OVACIONES.
Itzel Licona igualmente fue una de las mujeres que han hecho historia al convertirse en las primeras ganadoras del máximo honor del primer torneo profesional de tochito bandera en el país. Lo logró gracias a que hace 19 años, cuando era una niña de tan solo ocho años, comenzó a jugar en el equipo Diablitos, que al contar solamente con rama varonil, la llevó a forjar su carácter al enfrentarse contra hombres en sus primeras experiencias en el emparrillado.
“Mi hermano entrenaba ahí y obviamente iba a todos lados con él, lo seguía, así que al coach no le quedó otra que meterme y justo es eso. Yo entrenaba con puros hombres y había porristas, pero yo quería jugar y creo que el hecho de competir contra hombres fue lo que me impulsó más para mejorar, creo que eso hizo que sacara mi mejor versión y fue lo mejor que me pudo pasar, porque cuando llegó la LFA Femenil yo ya traía el impulso, si queremos mejorar, entrenar con hombres lo hace más sencillo”, recordó.
Todo comenzó con una convocatoria de la LFA para atraer al mejor talento posible de mujeres en esta disciplina. Luego, en un Draft, los equipos participantes eligieron a quienes conformarían sus rosters. Y fue así que el coach Iván Orozco comenzó a trazar el camino hacia la gloria.
“Primeramente fue continuar el trabajo con las niñas, terminar de conformar a Raptors porque fuimos el único equipo con 12 seleccionadas, cuando los equipos tienen que estar formado de 15. Es uno de los primeros pasos a dar, entregar un buen trabajo a la directiva, seguir el plan de trabajo al pie de la letra. Ahora es seguir las órdenes de la liga, del comisionado y ver cómo se conformará la competencia y su sistema, así es como vamos a empezar a funcionar a futuro”, explicó el entrenador.
Recién el pasado Mundial de Flag Football 2024 disputado en Lahti, Finlandia, la Selección Mexicana Femenil se llevó la plata luego de perder en la Final ante Estados Unidos. Un éxito más para un equipo que tiene la meta puesta en los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, cuando por primera vez esta disciplina forme parte del programa olímpico y al que aspiran todas y cada una de estas chicas, quienes esperan haber hecho suficiente ruido con su coronación para ser tomadas en cuenta.
“Es un sueño para todas las que practicamos este deporte que amamos, obviamente no es fácil, no es sencillo, tenemos mucha competencia pero hay mucho talento y no queda más que prepararnos y darlo todo. Esto apenas empieza, es el inicio de muchas cosas, sigan a los Raptors porque vamos a seguir ahí, pero vamos a dar lo mejor. A las niñas les digo que todo se puede lograr”, afirmó Michael Trillo.
Sin embargo, más allá del gran paso que se ha dado con este esfuerzo colectivo para llevar a la profesionalización al flag femenino, lo cierto es que es también un llamado para que las máximas autoridades del deporte volteen a ver a otros puntos donde el crecimiento de esta disciplina pide a gritos mayor atención para poder elevarlo a una categoría mucho más elevada de lo que ya se ha conseguido en los últimos años.
“Hacer procesos más limpios en todos los aspectos y no lo digo por una cosa en específico, sino desde una beca deportiva, procesos para selecciones nacionales, creo que eso levantaría más porque mucha gente se rinde en el proceso porque a veces no nos enteramos de cómo son las cosas o no se cumplen con las reglas establecidas. Cuando se cumplan habrán mejores deportistas”, sentenció Serafín.