La ultraderecha en Chile aprovechó el miedo de la gente, dice Diamela Eltit

1, diciembre 2021

Guadalajara (México), 1 dic (EFE).- El miedo a la covid-19 y a la crisis social se inoculó en los chilenos y este aspecto fue aprovechado por la extrema derecha para ganar terreno en plenas elecciones, dijo este miércoles a Efe la escritora Diamela Eltit, galardonada con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.

La narradora, una de las voces más críticas de su país, explicó que, tras las protestas ciudadanas que surgieron en octubre de 2019 y duraron varios meses, la emergencia sanitaria por la covid-19 generó esta sensación de miedo, ayudada por los medios de comunicación que mostraban a los manifestantes como delincuentes.

“Entre el miedo a la enfermedad y a la delincuencia se fue generando esto que estamos viviendo y aparece esta ultraderecha diciendo que va a restablecer el orden entre una ciudadanía aterrorizada por la muerte e inoculada por la violencia de los medios y los discursos públicos, fue decisivo”, indicó Eltit (Santiago, 1949) en una entrevista desde Guadalajara (México).

Declarada una mujer de izquierdas, la autora ha mostrado su rechazo al candidato presidencial del conservador Partido Republicano, José Antonio Kast, quien tiene “una posición radicalizada” de su forma de ver el país.

La autora forma parte de un bloque de artistas e intelectuales que se han unido para evitar que Kast llegue a la presidencia del país durante la segunda vuelta electoral en la que competirá con el aspirante de izquierda Gabriel Boric, líder del Frente Amplio.

Se mostró convencida de que, aunque el sector cultural no es un contrapeso real a la política, sí puede convocar a “todas las fuerzas sociales” para cambiar el rumbo y buscar el diálogo con aquellos que no les interesa la política, especialmente los jóvenes.

LA LITERATURA COMO CAMINO

La chilena recibió el pasado sábado el premio más importante entregado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que se desarrolla estos días, “por una trayectoria que trasciende las convenciones literarias para dialogar con la visualidad, la crítica, el feminismo, el psicoanálisis y las teorías contemporáneas posthumanistas”.

Eltit es reconocida como una de las escritoras más influyentes de la literatura chilena, aunque su trayectoria había sido más bien valorada en otros países como Estados Unidos, donde hasta 2020 dictaba una cátedra en la Universidad de Berkeley o en la de Stanford.

Su obra ha sido considerada como periférica, pues rehusó seguir los cánones para explorar “la pluralidad de lo literario” y experimentar nuevos caminos de escritura.

“A mí nunca me importó mucho esa fórmula de lo ininteligible. Yo estaba más bien habitando el territorio de una diversidad frente a una mirada que no veía eso diverso y yo no escribía para satisfacer a un público. Pero no era un problema porque sé cómo se mueven los bordes literarios”, explicó.

En su trayectoria la chilena no solo ha apostado por la literatura, sino que en sus inicios formó parte del Colectivo de Acciones de Arte que la llevó a explorar los alcances del arte más a allá de las letras mediante “performances” muchas veces críticas contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

“Estaba la posibilidad de salir de la escritura, hacer algún viraje, y, por otra parte, en un momento el libro me parecía insuficiente, como que tocaba pared y en otro espacio estaba la dictadura que había suspendido todos los espacios comunitarios”, recordó.

La persistencia ha hecho que la autora de “Lumpérica” (1983), “Mano de obra” (2002) o “Fuerzas especiales” (2013) pase de ser una escritora que es “difícil de entender”, como la catalogaron algunos críticos, a una de los pilares de la vanguardia literaria en su país.

“Los propios libros abrieron un espacio, siempre hay disensos dentro de las opiniones y está bien que haya, pero finalmente fueron los libros los que encontraron su lugar”, opinó.

Es en los años recientes cuando la chilena ha recibido el reconocimiento a su obra, que tuvo que cruzar por la censura de la dictadura.

Recientemente con el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria 2021 y en 2018, el Gobierno de su país le otorgó en 2018 el Premio Nacional de Literatura de Chile.

La FIL se desarrolla del 27 de noviembre al 5 de diciembre con la asistencia de 600 escritores de 46 países y con la participación de más de 3.000 profesionales y 255 expositores de veintisiete países, con una oferta editorial de 240.000 títulos en 10.000 metros cuadrados de exposición. EFE