México, 15 ene (EFE).- El Gobierno mexicano publicó este viernes el expediente de 748 páginas que le entregó Washington sobre Salvador Cienfuegos, exjefe del Ejército mexicano acusado de narcotráfico por Estados Unidos, pero exonerado por la Fiscalía General de la República (FGR) mexicana.
Estas son las claves del archivo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó de “fabricar” el caso contra Cienfuegos, detenido el 15 de octubre en Los Ángeles y entregado en libertad a México un mes después.
LA EVIDENCIA
“Las pruebas recabadas en los Estados Unidos consisten principalmente en unas comunicaciones interceptadas, en decomisos físicos de drogas y en testigos cooperantes”, explica Timothy Shea, administrador interino del Departamento de Justicia estadounidense, en una carta dentro del archivo.
La evidencia, en su mayoría mensajes de texto e imágenes compartidas, corresponden a Juan Francisco Patrón Sánchez, narcotraficante conocido como el H2, y Daniel Isaac Silva Gárate, el H9, quienes operaban en el occidental estado mexicano de Nayarit antes de ser abatidos en 2017.
Según la DEA, ellos hablaban entre sí sobre Cienfuegos, a quien se referían como Padrino o Zepeda, su segundo apellido.
En la evidencia, también hay capturas de pantalla de “comunicaciones” de Cienfuegos sobre “unas reuniones de la DEA con sus homólogos mexicanos” acerca de investigaciones en contra de Patrón Sánchez.
LO QUE PRESUNTAMENTE DEMUESTRAN
Para Washington, la investigación reveló que mientras Cienfuegos era titular de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) en la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), “ayudó” al cártel del H2 a “fomentar sus acciones violentas e ilegales”.
“Las pruebas acreditarán que él recibió sobornos de la organización Patrón Sánchez a cambio de protección, brindó rutas seguras para el paso de las drogas y armas a la Ciudad de México y dio información sobre los operativos militares y policíacos en México”, argumenta Shea.
La evidencia, asevera el funcionario estadounidense, también “revela” que el exjefe del Ejército restringía los operativos militares en Nayarit para “proteger las operaciones” de Patrón Sánchez.
LOS CARGOS
Con estas pruebas, el Departamento de Justicia justificó cuatro cargos contra Cienfuegos.
Tres de ellos son de asociación delictuosa para fabricar, importar y distribuir heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana, mientras que el último es de asociación delictuosa para cometer lavado de dinero proveniente del narcotráfico, detalla el texto.
“En junio de 2019, esta investigación fue presentada ante un gran jurado federal en el Distrito Este de Nueva York, mismo que acusó a Cienfuegos Zepeda el 14 de agosto de 2019 de participar en un plan de importación y tráfico de drogas con la organización de tráfico de drogas de Patrón Sánchez”, dice.
LAS INTERCEPTACIONES
El Departamento de Justicia asevera que “no hubo interceptaciones electrónicas hechas en territorio nacional mexicano”.
La evidencia se recabó al intervenir en 2016 dispositivos electrónicos que Patrón Sánchez y Silva Gárate usaban en Estados Unidos para hablar sobre “una persona”, que la DEA identificó después como Cienfuegos, a quien acusó de “coconspirador”.
“En esta investigación, la DEA nunca tuvo como objetivo directo a ningún funcionario del Gobierno de México, tampoco estuvo vigilando o investigando las actividades de Cienfuegos Zepeda dentro de territorio nacional mexicano”, asegura Shea.
LO QUE DICE MÉXICO
Pese a esta evidencia, la FGR “concluyó que él (Cienfuegos) no sostuvo encuentro ni comunicación con grupo delictivo alguno. Por lo que se determinó no ejercer acción penal”.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se excusó con una nota del Wall Street Journal que cita a “personas en ambos países familiarizadas con el caso” que creen que la evidencia es “circunstancial”.
En el expediente compartido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Departamento de Justicia aclara que anexa “las pruebas clave” y que sigue “evaluando las pruebas en virtud de que podrían estar relacionadas con otras personas”.
“Se les pidió que enviaran todo lo que tenían, pero si no fue así y tienen más, estamos abiertos a recibir todas las pruebas”, comentó el presidente López Obrador por la mañana. EFE