¿Las máquinas pueden pensar?

3, abril 2023

FERNANDO FUENTES

En el tema del empleo sobre la IA, el científico Raúl Rojas, comentó que sí debe existir una preocupación social por el hecho de que este proceso de transformación tecnológica va tan rápido, que efectivamente puede desplazar a muchos trabajadores. Expuso que los sindicatos en Alemania tienen una demanda en la que piden la semana laboral de cinco días, cuatro para trabajar en la empresa y el quinto lo utilizan para recapacitar a los trabajadores en tomar un nuevo empleo en caso de que sean desplazados. “A la pregunta de ¿las máquinas van a desplazar a los humanos? hay que decir sí, eso es muy distinto a que van a dominarnos”

Raúl Rojas, expuso que en la tecnología de ChatGPT, se utilizan lo que se conoce como transformadores, una forma particular de conectar las redes neuronales profundas conectadas entre capas, es decir, entre las diferentes proyecciones matemáticas que se tienen en la información. “La técnica ha avanzado con la idea original de replicar las neuronas cerebrales con elementos electrónicos sencillos, en cuanto a elementos individuales, pero muy peligrosos cuando se conectan a una red de millones de millones de parámetros”.

El colegiado Alejandro Frank, sostuvo que “no existe razón para que las máquinas no puedan llegar a entender”, a sentir, evolucionar y tener verdadero sentido del humor. “Los humanos somos máquinas biológicas después de todo y hemos evolucionado por miles de millones de años, pero si nosotros llegamos a entender, no me queda claro ¿por qué las máquinas no podrían llegar a hacerlo?”.

Recordó las palabras del escritor e historiador israelí Yuval Noah Harari, en su libro Sapiens, en el que plantea que es muy difícil que la especie humana sobreviva y que, tal vez, las máquinas serán sus descendientes capaces de sobrevivir a los cambios del clima. “Le temo a la humanidad, no a las máquinas, la conciencia no es binaria, no es cero o uno, es un continuo, pienso que en el futuro podría surgir otro tipo de inteligencia”, puntualizó el colegiado.

Al tomar la palabra, el científico computacional Luis Alberto Pineda Cortés, de la UNAM, sostuvo que las máquinas no pueden sentir. Una tecnología como ChatGPT es modelada por el lenguaje automático, pero se modela con una habilidad flotante, porque, por un lado, “no está conectado ni con el pensamiento, ni con la memoria y; por el otro, tampoco está aterrizado en el mundo”.

Después de realizar diversos ejercicios con esta aplicación, Pineda Cortés concluyó que ChatGPT se traba y se contradice, y esta es una señal de que no piensa. “Realmente repite como perico, de una manera sofisticada”.

Subrayó las palabras de Alan Turing de dotar a la máquina con los mejores órganos sensoriales que el dinero pueda comprar para enseñarle a entender. Es decir, “hay que dotar a la máquina de lenguaje para que pueda aprenderlo como los seres humanos. Este proceso es aterrizado, como la adquisición del lenguaje de los niños y ese es el reto que tiene actualmente la inteligencia artificial. ChatGPT no lo hace”.

ferfuentesmty@hotmail.com