Los Leones Negros lograron una auténtica epopeya gracias a un ejército de tan solo nueve héroes, que con el corazón en la mano, dieron a la Universidad de Guadalajara uno de los resultados más memorables de su historia. El club melenudo logró clasificar a la Gran Final del Clausura 2025 de la Liga de Expansión MX tras una épica batalla.
Y ahora, están a 180 minutos de ponerse la corona de reyes del circuito de plata nacional. Gracias a un 2-0 ante el Atlético Morelia en la Vuelta de las Semifinales —que igualó el global 2-2—, le fue suficiente a la UdeG para sellar su boleto a la serie por el título.

Los melenudos avanzaran gracias a su mejor posición en la tabla, en un partido donde la fortaleza mental y defensiva brillaron incluso a pesar de sufrir dos expulsiones.
El Estadio Jalisco fue testigo de la hazaña y vibró con una remontada que parecía imposible. Morelia llegó con ventaja de 2-0 desde el primer duelo en la capital michoacana, pero los dirigidos por Alfonso Sosa despertaron en el segundo tiempo con dos goles de penal. Jesús Ocejo, máximo goleador del torneo, y Alejandro Bravo, el héroe inesperado, sellaron el pase a la Gran Final.
El partido comenzó con ritmo vertiginoso, pero al minuto 39, la noche se tornó sombría para los tapatíos. Ulises Torres, tras cortar un contraataque con la mano mientras caía al suelo, recibió la tarjeta roja de expulsión. Morelia olía la sangre del rival, pero no supo aprovechar su ventaja numérica antes del descanso.
Con 10 hombres y la fe en vilo, la UdeG salió transformada en el segundo tiempo. Poco antes de cumplirse la hora de juego, el árbitro señaló un penal por una mano en el área. Ocejo, frío como el acero, engañó al portero y colocó el 1-0. El Jalisco estalló, pero el drama no terminó ahí.
Apenas unos minutos después, Joel Pérez vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con solo nueve hombres en el campo. Morelia, incapaz de romper el cerco defensivo, se estrelló contra una muralla liderada por un Alex Bravo monumental, quien a los 78 minutos de juego, sentenció desde los 11 metros tras otro penal.
Los michoacanos, invictos hasta entonces en la Liguilla, acapararon la posesión pero sin ideas claras. Sus ataques se diluyeron frente a la entrega de unos Leones Negros que, con dos menos, defendieron como gladiadores. Ni siquiera siete minutos de añadido salvaron al Atlético, que se despidió con la amargura de no haber rematado su ventaja.
La UdeG, que en Cuartos de Final sobrevivió al infierno de Tepatitlán (3-3 global), ahora celebra su primera Final en esta nueva era de Sosa. El criterio de posición en la tabla —que los favoreció por ser líderes— les favoreció, mano opacó su su gesta. Jugaron con el alma y la cabeza fría.
Ahora, a esperar. Los Leones Negros aguardan al ganador de Celaya vs. Cancún para buscar el título. Mientras tanto, esta noche, Guadalajara no duerme, con su universidad representada dignamente por nueve héroes y un sueño intacto, a un paso de la gloria.