Una vez más, la Liga MX ha quedado exhibida por lo laxo de sus reglas y por lo fácil que es burlarse de ellas. Al permitirle a Chivas jugar en el Estadio Jalisco por el veto al Akron, violó su propia normativa vigente.
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El Artículo 47 del Reglamento de Competencia 2024-25, establece a la letra que, en este caso el club Guadalajara, puede elegir entre jugar a puerta cerrada en su estadio vetado o elegir un estadio que esté a más de 50 kilómetros de distancia.
Sin embargo, entre el Estadio Akron en el Municipio de Zapopan y el Estadio Jalisco en la Ciudad de Guadalajara, solamente hay alrededor de 20 kilómetros de distancia.
Además, en ese mismo apartado del reglamento, se establece que Chivas le debió avisar a la Liga MX cuando menos con siete días naturales de anticipación sobre su intención de cambiar de sede, para que este pudiera ser avalado.
Durante la semana, la Liga MX únicamente informó que Chivas apeló el veto al Akron y que este fue rechazado, pero jamás estableció que Guadalajara pidió también cambiar la sede del partido.
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El argumento que dio la Liga MX este viernes, fue que la decisión de otorgarle la solicitud a Chivas, fue con base en el Artículo 13 del Reglamento de Sanciones, en el cual se establece que ante un veto, el club perjudicado puede solicitar jugar a puerta cerrada o cambiar de estadio.
Y de ahí mismo se agarró Guadalajara para aplicarle ese mismo reglamento a la Liga MX. Sin embargo, el de Sanciones es regido por el Reglamento de Competencia, el cual en su Artículo 47, contrapone la decisión de la propia liga.
Violencia en el Estadio Akron quedará impune
Cabe recordar que el veto de un partido al Estadio Akron, fue debido a la reincidencia de hechos violentos por parte de aficionados de las Chivas.
El primero fue en el Play-In del torneo pasado, en el que un sujeto apuñaló a un aficionado del Atlas en los pasillos del inmueble. El segundo, fue el botellazo que le causó un corte en la pierna a Kevin Álvarez, futbolista del América, al término del Clásico Nacional hace un par de semanas.
Sin embargo, ambos hechos quedarán impunes, ya que lo único que cambiará es la sede del encuentro y no que se juegue a puerta cerrada, con lo que incluso podrían entrar esos mismos agresores a las gradas a ver el encuentro ante Cruz Azul.
Problema de logística a la vista
Para agregarle más problemas a esta decisión de la Liga MX, a la misma hora que se efectúa el juego, es decir, las 21:05 horas, en la Plaza de Toros Nuevo Progreso, la cual está a poco más de un kilómetro de distancia, se efectuará un concierto de Alejandro Fernández.
De ahí que se avecine un gran problema de logística y de protección civil para la ciudad de Guadalajara, debido a que se efectuarán dos eventos masivos en una distancia que ni siquiera alcanza los mil 500 metros.
Cabe recordar que en noviembre del año pasado, la Alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México, suspendió al Estadio Ciudad de los Deportes y a la Plaza de Toros México, por efectuar dos eventos al mismo tiempo, lo cual sirve de antecedente para algo que sucederá de la misma forma el próximo sábado en la Perla Tapatía.