Los Celtics, a un triunfo de una épica barrida sobre Mavs para conquistar el título 18 de su historia en NBA

Los Boston Celtics están a un triunfo de ser la franquicia más ganadora de la NBA, tras 16 años. Solo deben evitar que los Dallas Mavericks remonten un 0-3 en las Finales.



Jun 12, 2024; Dallas, Texas, USA; Boston Celtics guard Jaylen Brown (7) passes against Dallas Mavericks forward Derrick Jones Jr. (55) during the first quarter in game three of the 2024 NBA Finals at American Airlines Center. Mandatory Credit: Jerome Miron-USA TODAY Sports

Los Boston Celtics están a un triunfo de convertirse en la franquicia más ganadora de la NBA en solitario. Pero llegar a este punto no fue en lo absoluto sencillo. De hecho, tuvieron que pasar 16 años para que este equipo pudiera volver a soñar con sentarse en el trono reinante de la liga, algo que conseguirán siempre y cuando no permita que los Dallas Mavericks salgan de un agujero del que nunca nadie ha podido escapar anteriormente con un 0-3 lapidario en las Finales.

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El equipo de los irlandeses está a una victoria de su campeonato número 18 en la historia, mismo que podría llegar tan pronto como este mismo viernes, cuando se dispute el Juego 4 de esta desbalanceada serie en el American Airlines Center. De las 76 series de Finales de la NBA, 10 han sido barridas. Curiosamente, la primera vez en la historia de las Finales que un equipo sacó la escoba, fueron precisamente los Boston Celtics en 1959.

En caso de barrer a los texanos, Boston se convertiría en la tercera franquicia que lo hace en dos ocasiones en la historia de la liga, luego de que los San Antonio Spurs lo hicieran en 1999 y 2007, y los Golden State Warriors repitieran en 1975 y 2018. Con una desventaja de 0-3, ningún equipo jamás ha podido regresar para ganar coronarse. De hecho, sólo cuatro equipos han forzado un séptimo partido después de ir perdiendo 0-3 en Playoffs, y sólo uno lo hizo en las Finales.

El primer y único equipo que forzó un Juego 7 en las Finales de la NBA tras comenzar con foja de 0-3 fueron los New York Knicks de 1951. Sin embargo, el 21 de abril de 1951, los Knicks perdieron el séptimo juego ante los Rochester Royals (ahora Sacramento Kings), por sólo cuatro puntos, con lo que dejaron escapar la oportunidad de marcar un hito en la liga.

Sin embargo, vale recordar que en 2016, Kyrie Irving ya formó parte de una épica casi tan magnánima como la que requieren sus Mavs, cuando jugaba entonces con los Cleveland Cavaliers, quienes se convirtieron en el primer y único equipo en remontar un déficit de 1-3 en Finales, ni más ni menos que contra la dinastía de los Warriors de Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Irving, ahora tiene la oportunidad de desafiar la historia nuevamente.

De hecho, Kyrie es parte de un efecto mariposa que tiene a ambos equipos en esta batalla por el Larry O’Brien. Cuando hace 11 años Brooklyn Nets acordó intercambiar cinco jugadores y cuatro selecciones de primera ronda entre 2014 y 2018 en un acuerdo centrado en Kevin Garnett y Paul Pierce, para 2016, Brooklyn le debía a Boston la tercera selección general, misma que se utilizó para seleccionar a Jaylen Brown.

Un año después, los Celtics adquirieron la primera selección general de los Nets. Luego, Boston cambió la primera selección a Philadelphia a cambio de la tercera selección general, que utilizó para seleccionar a Jayson Tatum. Irónicamente, la última pieza de este rompecabezas que se armó de ese intercambio fue la selección de primera ronda de 2018 que los Celtics cambiaron a los Cavaliers para adquirir ni más ni menos que a Kyrie Irving, que después pasó a Brooklyn y recién fue cambiado para esta temporada a Dallas.

De esta manera, gracias a los Nets y su pésimo trabajo gerencial, ambas franquicias intentarán cambiar su destino. Los Celtics están a un paso de romper el empate con Los Ángeles Lakers como máximos ganadores de esta liga, mientras los Mavs no tienen margen de error y poseen una mínima probabilidad para dar un golpe de timón y que su barco no se hunda.

Jaylen Brown es el gran favorito para erigirse como el Jugador Más Valioso de las Finales después de liderar la victoria del miércoles con un casi triple-doble de 30 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias. Nunca antes un jugador ha ganado el MVP de las Finales de Conferencia, luego ganado el campeonato y nombrado MVP de la serie final en unos mismos Playoffs. Por ello, aunque nada está escrito, el egresado de la Universidad de California tiene la mesa puesta para darse un banquete jamás probado.

Los dirigidos por Joe Mazzulla tienen todo a su favor para destapar el champán y bañarse de gloria luego de más de tres lustros de ayuno. Con un Luka Dončić fuera de sus casillas en el Juego 3, jugar nuevamente con su desesperación será pan comido para dar el primer paso a una épica barrida que convertiría a estos Celtics en un equipo de época.