Patricia Ramírez / Ovaciones
Foto: Cuartoscuro.com
El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira Valdés, aseguró que la percepción de inseguridad de parte de los ciudadanos es muy alta, debido a la impunidad de la que gozan los delincuentes.
Acotó que las estadísticas nacionales reflejan que solo 35 por ciento de los ciudadanos se sienten seguros con la presencia de policías. Estos porcentajes, dijo, evidencian las omisiones de la actual administración para atender la crisis de gobernabilidad que se vive en el país.
Al exponer los datos de la encuesta nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, en materia de Servicios Básicos, refirieron que solo el 35 por ciento de los ciudadanos se sienten seguros con la presencia de policías, es decir 3 de cada 10.
Asimismo, detalló que en el tema de salud se registra un 66 por ciento de mexicanos insatisfechos con el abasto de medicamentos, esto es solo 4 de cada 10 tiene acceso a las medicinas que requiere.
Este panorama, añadió, muestra lo que sucede en el país, como lo que pasó en Campeche, donde un traslado de 11 reos, en un operativo sin planeación puso en peligro a las mujeres policías que eran el primer bloque al ingresar al penal.
Moreira Valdez consideró que hacer un traslado sin haber hecho antes una serie de cosas, por ejemplo, dos o tres cateos de desarme y revisiones a ciertos reos con tiempo, es una imprudencia. Además, a los policías se les informó que sería una revisión y al llegar al Cereso, los reos ya los estaban esperando armados con palos y piedras, por lo que es de suponer que alguien les informó. Esto, destacó, solo dejó a las mujeres policías en desventaja dando lugar al ultraje del cual fueron víctimas.
“Con todo respeto Layda, sé que te enojaste, nunca se pone en un cateo de hombres por delante a las mujeres, ni en revisiones ni menos en una sustracción de reos, porque podrán decir que una mujer está bien preparada, pero por fuerza entra en desventaja, de veras tu secretaria de Seguridad no tiene la menor idea de operativos”, puntualizó.
También mencionó el éxodo que se registra en los municipios del norte de Nuevo León, que se están quedando vacíos, pegados a lo que se llama la frontera chica, que es la zona que está entre Nuevo Laredo y Reynosa, Tamaulipas, en donde los grupos armados bajan y se apropian de estos pueblitos, y la Guardia Nacional no hace nada.
