Los enemigos de Andrés Manuel

GABY SALIDO En la conformación del Estado, históricamente se han librado conflictos para lograr el delicado equilibrio que hoy tenemos en la división de poderes. Para lograrlo, las leyes distribuyen tareas y formaron contrapesos entre las autoridades. Sin embargo hemos visto en este gobierno de la 4T, la tentación de romper ese equilibrio, para someter

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GABY SALIDO

En la conformación del Estado, históricamente se han librado conflictos para lograr el delicado equilibrio que hoy tenemos en la división de poderes.

Para lograrlo, las leyes distribuyen tareas y formaron contrapesos entre las autoridades.

Sin embargo hemos visto en este gobierno de la 4T, la tentación de romper ese equilibrio, para someter a un solo poder y a una sola instrucción, todas las actividades de gobierno que implican autoridad.

Recordarán que al asumir la presidencia, el inquilino de Palacio Nacional comenzó su intento de tener el control absoluto, destapándose tal cuál es: un autócrata camuflado en ropaje democrático.

En este contexto, la defensa del INE, la resistencia de la Suprema Corte de Justicia, así como exigir los integrantes del INAI, hoy, de cara a la contienda electoral por la sucesión presidencial, cobra aún más sentido.

La perorata mañanera es el escenario para que el presidente pierda su investidura institucional por erigirse en árbitro electoral, mientras intenta normalizar el uso de las instituciones del Estado en contra de “adversarios políticos” que ni suyos serían.

Así, ordena desde el púlpito presidencial la persecución e investigación de cualquier persona, sin embargo el objetivo es Xóchitl Gálvez.

Trillada pero aplicable es la sentencia social: “El que no conoce su historia, está obligado a repetirla”, y obliga a valorar los contrapesos que, no solo garantizan justicia, sino ejercer nuestras libertades.

En cada elección es secreto a voces, que el partido en el gobierno usa las herramientas a su alcance para dar ventaja a sus candidatos y conservar la autoridad.

Así, la historia acusa de ganar elecciones al condicionar el voto por fuentes de empleo, programas sociales o cualquier ayuda, pues “si no gana el candidato -oficialista- no continuará el apoyo”.

Mientras se consolidaron los equilibrios de poder, las condicionantes del voto perdieron eficacia al hacer evidente el uso discrecional y sin escrúpulos de instituciones de gobierno.

Sin embargo, hoy se escribe una nueva página en la insaciable y voraz batalla de Palacio Nacional: la persecución e investigación oficial, sin mas orden o justificación que el deseo presidencial.

Los reflectores que apuntaban al estado de México, hoy persiguen los pasos de cualquier perfil que fuera de morena, levanta la mano para participar en la contienda electoral de 2024.

Morena y su mal llamada 4T no pierde oportunidad de consolidar prácticas ilegales y antidemocráticas, para perpetuarse en el poder, sin importar la persecución institucional.

Diputada de la CdMx por el PAN