Los Minnesota Vikings han sido una pesadilla púrpura para los Dallas Cowboys. En el Sunday Night Football, JJ McCarthy despertó y asestó un duro golpe a las aspiraciones de Playoffs de la Estrella Solitaria, al imponerse en pleno AT&T Stadium. Se trató de la segunda derrota consecutiva para los de Texas, que quedan con un récord de 6-7-1 y sus opciones de postemporada en estado crítico.

LEE ADEMÁS: Los Packers pierden a Micah Parsons por desgarro del ligamento cruzado anterior

Los Vikings, ya eliminados de la contienda, mejoraron a 6-8, y dieron una muestra de fiereza inesperada que desconcertó a una franquicia de Dallas que ve cómo la temporada se le escapa de las manos tras caer por un marcador de 34-26 en casa y ante su gente.

La ineficiencia fue el sello de la noche para los Cowboys. A pesar de superar ampliamente a los Vikings en yardas totales con 423 contra 327, el equipo de Brian Schottenheimer fue incapaz de convertir su dominio en puntos contundentes. La ofensiva se atascó constantemente, convirtió solo 2 de 12 oportunidades en terceras conversiones y se vio obligada a conformarse con goles de campo de Brandon Aubrey en cuatro ocasiones. Aubrey, por si fuera poco, falló otros dos intentos.

Dak Prescott terminó la noche con 23 de 38 pases completados para 294 yardas, sin touchdowns ni intercepciones, en una actuación carente del juego explosivo necesario. CeeDee Lamb fue su objetivo principal, atrapando seis pases para 111 yardas, mientras que Javonte Williams aportó 91 yardas terrestres y un touchdown antes de lesionarse un hombro.

Por el contrario, los Vikings, liderados por un sólido McCarthy con 15 de 24 en sus envíos, así como 250 yardas, dos pases de touchdown y una intercepción, fueron letales cuando más importaba. JJ conectó dos pases de anotación con Jalen Nailor (de 20 y 4 yardas), y la defensiva de Minnesota se fortaleció en los momentos clave.

El partido empezó bien para Dallas, al aprovechar una intercepción en la primera jugada de McCarthy para tomar una ventaja temprana de 7-0. Incluso ampliaron la ventaja a 14-7 en el segundo cuarto. Sin embargo, el ímpetu se desvaneció frente a un público de 92 mil 991 aficionados que cada vez tenía menos motivos para animar.

La sentencia final llegó en el cuarto periodo. Con Dallas necesitando una parada defensiva, los Vikings consumieron el reloj y Will Reichard selló el triunfo con un gol de campo de 53 yardas a solo 1:08 minutos del final. Un touchdown tardío de los Cowboys fue solo un consuelo inútil antes del fallido onside kick que puso fin al encuentro.

La derrota se vio agravada por las bajas. Los Cowboys además perdieron al tackle izquierdo Nate Thomas tras lastimarse el hombro, y vieron salir al tackle defensivo Quinnen Williams para una evaluación de conmoción cerebral. Los Vikings también sufrieron, perdiendo al pass rusher Jonathan Greenard (hombro) y al tackle derecho Brian O’Neill (tobillo).

Ahora, los Cowboys se enfrentan a una carrera casi imposible hacia los Playoffs, mientras los Vikings, contra todo pronóstico, demostraron que el orgullo puede ser un motivador más que suficiente para alterar el destino de una temporada.