A veces las historias que uno no puede escribir en su vida, la continuarán los hijos y con un mejor guión, como el que está a las puertas de culminar el pugilista Marco Verde, quien está en la Final de la categoría de 71 kilogramos en el boxeo en París 2024.

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Y es que además de buscar un oro que sería histórico para el pugilismo mexicano, en lo particular el boxeador mazatleco de 22 años va también tiene revancha familiar, toda vez que su padre, Manuel Verde, también compitió en unos Juegos Olímpicos hace tres décadas.

La revancha llegó 32 años después con Marco, a las puertas de un Oro

Fue en la edición de Barcelona 1992, que Manuel “Sammy” Verde, se subió a un ring Olímpico para representar a México en aquella edición de los Juegos Olímpicos en tierras catalanas, y en las que buscaba tener una gran actuación.

Además, porque cuatro años antes, en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, la delegación mexicana consiguió una Medalla de Bronce en Boxeo, gracias a Mario González Lugo, quien la consiguió en el Peso Mosca.

Con ese antecedente, “Sammy” Verde, padre de Marco, se subió al ring en Barcelona, para en su primer combate enfrentarse al francés Patrice Aouissi en la categoría de peso semicompleto.

Sin embargo, el pugilista nacional fue eliminado apenas en la primera ronda, por lo que su sueño de conseguir una Medalla Olímpica se esfumó muy pronto y tuvo que hacerse a la idea de que jamás la iba a conseguir.

Hasta que llegó su hijo Marco, quien 32 años años después, en estos Juegos Olímpicos de París 2024, ya tiene asegurada al menos una Plata que sería la primera para México en el boxeo en 40 años, toda vez que la más reciente fue en Los Ángeles 1984.

Pero si gana la Final ante el uzbeko Asadkhuja Muydinkhujaev y consigue el Oro Olímpico, Marco habrá ganado la primera Presea dorada para nuestro país en el boxeo desde México 1968.