AIDA RAMÍREZ
Foto: Cortesía El Sol de México
La Norma 037, referente a Teletrabajo, tiene por objetivo establecer condiciones de seguridad y salud en este modelo, al definir las condiciones básicas de trabajo e identificar riesgos físicos, ergonómicos y psicosociales para los colaboradores.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social estima que más de 13 millones de personas laboran bajo el esquema de trabajo remoto.
De acuerdo con sondeos de la firma Manpower, 35 por ciento de los trabajadores desea lugares de trabajo flexibles y 45 por ciento desea elegir horas de inicio y término de su jornada laboral.
“Un trabajador bajo este esquema no puede ver disminuido o mermado su salario, lo que sí puede suceder es que las prestaciones complementarias al salario pueden adaptarse a este esquema, por ejemplo, cambiar la ‘ayuda de movilidad’ para traslados por ‘ayuda para conectividad o pago de internet’, señala Martha Barroso, directora de People and Culture para Manpower Latinoamérica .
En ese sentido, estima que la regulación del home office beneficiará a personas que laboran al menos el 40 por ciento de su jornada semanal bajo el esquema de teletrabajo, y obliga a las empresas a pactar por escrito los horarios y las jornadas laborales, reconociendo el derecho a la desconexión digital y a las pausas laborales.
“La necesidad de aplicar el home office no es transversal a toda la plantilla laboral, habrá personas que por el tipo de actividades que realizan no pueden hacerse de forma remota, y otras que les gustaría mantener sus actividades presenciales a falta de un espacio para hacer trabajo remoto o de contacto social”, comenta.
Asimismo, en este tenor, observa que esta Norma Oficial define que el patrón deberá autorizar el lugar o lugares para teletrabajar, mientras que los trabajadores necesitan avisar sobre los cambios de domicilio.
Debido a que esta Norma pone énfasis en la desconexión laboral de los colaboradores, precepto tipificado en 2021 en los cambios al artículo 213 en la Ley del Teletrabajo, se recomienda calendarizar eventos presenciales para evitar el aislamiento social.
Esto forma parte de una tendencia esencial para las organizaciones, orientada a atender la salud emocional del empleado para prevenir riesgos que impacten en la vida del colaborador y el clima organizacional, apunta Barroso.
Al respecto, indica que “uno de los factores a cuidar es el burnout (desgaste laboral) en los colaboradores producto de una exposición constante hacia la digitalización. Ante ello es recomendable generar beneficios, como jornadas de salud mental, tiempos de desconexión o descanso, y asesoramiento o apoyo psicológico”.
La especialista considera que esta nueva regulación pone las base para un camino de inclusión laboral en el trabajo formal al romper las barreras del trabajo presencial y abre la posibilidad a más mujeres, a personas con alguna discapacidad, personas de la tercera edad o cuidadores primarios de niños o adultos mayores; así como la búsqueda de talento de diversas regiones y partes del mundo.
