José Andrés Díaz / Ovaciones
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Guillermo Ochoa hace lo que puede en un equipo malísimo como lo es la Salernitana. El portero mexicano aguantó 78 minutos el cero de su equipo en casa, pero cayó 0-2 con Monza.

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Paco Memo tapa lo que puede y hace su máximo esfuerzo en cada cotejo, pero la escuadra granate es paupérrima en temas defensivos y ya se sabe que no le ayudan en nada.

Antes de que cayera el primer gol del Monza, el veterano arquero mexicano se había mandado grandes atajadas, sobre todo una a quemarropa y debajo de los tres postes y en la línea de gol.

Pero al 78′, una buena combinación al ataque del Monza, dejó a Daniel Maldini en buena posición y sacó disparo de derecha a segundo poste, imposible para el guardameta.

Y al 82′, justo cuando la escuadra local buscaba al menos rescatar el empate, llegó el 0-2 del Monza por medio de Matteo Pessina, quien en una descolgada y ante la salida de Memo, le picó el esférico. Ochoa alcanzó a tocar la bola pero insuficiente para evitar el gol.

Salernitana tiene 13 puntos en la última posición de la Serie A de Italia y es cuestión de tiempo para que pierda la categoría en el Calcio.