Mercedes ha puesto fin a meses de incertidumbre. Versiones apuntaban que daría el mayor batacazo en la historia contemporánea de la Fórmula 1 al fichar a Max Verstappen. Pero al confirmar que George Russell y Kimi Antonelli seguirán como sus pilotos para la temporada 2026, la posibilidad de llevarse al neerlandés a sus filas se ha esfumado. Al menos por el momento.

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El anuncio, que el jefe del equipo Toto Wolff dijo que era solo una cuestión de tiempo, llega tras un prolongado intento fallido por fichar al tetracampeón mundial Verstappen, lo que generó malestar dentro del equipo de las Flechas Plateadas. Sobre todo, en Russell, quien se perfilaba a ser el desechado en caso del arribo de ‘Mad Max’.

“Confirmar nuestra alineación de pilotos siempre fue cuestión de tiempo, no de si lo haríamos. Queríamos tomarnos nuestro tiempo, gestionar las negociaciones adecuadamente y asegurarnos de que todos, en todas las partes, estuvieran contentos. Me complace haberlo logrado. George y Kimi han demostrado ser una alineación sólida y estamos entusiasmados de continuar nuestro camino juntos”, indicó Wolff en un comunicado difundido por la estructura teutona.

“Ahora nos centramos en las últimas seis carreras del año, mientras luchamos por el segundo puesto en el Campeonato de Constructores (sacan 27 puntos a Ferrari y 35 a Red Bull), y en 2026, una nueva era en la F1”, abundó.

Si bien durante gran parte de la temporada, la sombra de Verstappen se cernió sobre ambos pilotos, especialmente sobre el mencionado Russell, quien a pesar de realizar posiblemente su mejor campaña en el Gran Circo, enfrentó la constante especulación sobre su sustitución. Wolff había intentado fichar al neerlandés tanto en 2024 como esta temporada, un interés que el británico sabía perfectamente.

“Es normal que haya conversaciones con gente como Verstappen“, admitió Russell en el GP de Austria. “Pero por mi parte, si estoy rindiendo como lo estoy haciendo, ¿de qué tengo que preocuparme?”.

La situación generó fricciones internas. En Hungría, Russell reveló su incomodidad. ”Hemos estado en una situación un tanto peculiar durante los últimos meses. No tengo mucho poder en este acuerdo. Y quizás los intereses no estaban alineados durante los últimos seis meses. Para Kimi y para mí los últimos seis meses no han sido los más tranquilizadores y eso es contradictorio”, tiró.

Pero el coqueteo con Verstappen se esfumó definitivamente cuando el propio piloto de Red Bull puso fin a estas versiones en julio, al declarar que “básicamente era hora de acabar con todos los rumores”.

Russell, quien superó a Lewis Hamilton en dos de sus tres temporadas juntos y ha liderado claramente a Mercedes esta temporada, enfrentó la paradoja de ser uno de los pilotos más consistentes del grid mientras su puesto estaba en juego. La jerarquía de la F1 colocaba a Verstappen en la cima, al tiempo que Russell se convertía en una pieza prescindible si llegaba la oportunidad.

El nuevo contrato de Russell, aunque se describe como plurianual, se cree que contiene cláusulas de flexibilidad por ambas partes, en un reflejo de la cruda realidad de que Wolff probablemente no renunciará a su deseo de tener al nacido en Hasselt, Bélgica, en el futuro.

“Estoy muy orgulloso de continuar nuestro viaje juntos. El año que viene será mi décimo desde que firmé con Mercedes en 2017. Ha sido una colaboración muy larga y exitosa con el equipo hasta ahora, y estoy deseando ver qué nos depara el futuro, sobre todo ahora que nos embarcamos en uno de los cambios de reglamento más importantes en la historia del deporte el próximo año. Todos estamos muy concentrados en que sea un éxito y, personalmente, en aprovechar la que ha sido mi mejor temporada en la F1 hasta la fecha”, dijo Russell en el comunicado.

Con el cambio de reglas técnicas y de motores para 2026, donde se especula que Mercedes lleva ventaja, ambos pilotos tendrán la oportunidad de consolidarse, aunque saben que la sombra de Verstappen podría regresar si el panorama cambia.